En qué estado está la arquitectura deportiva

Funcionarios públicos, referentes de grandes estudios de arquitectura del país y expertos debatieron sobre “la sostenibilidad en grandes espacios para la cultura y el deporte”, en el Ciclo de Mesas Redondas “Fórum+CPIC”, que impulsa el Consejo Profesional de Ingeniería Civil –CPIC–.

Ellos reflexionaron desde la visión de la sostenibilidad económica, ecológica y social de estos edificios y su rol en la ciudad y surgieron planteos más que interesantes que son adecuados a considerar en cualquier ciudad y gobierno de nuestra región, a saber:

• ¿Cómo lograr que en las grandes obras se llegue bien con los tiempos?

• ¿Desde qué parámetros enfrentamos la puesta en valor de este tipo de edificios?

• ¿Cómo se piensa la relación entre cultura y arquitectura patrimonial?

• ¿Por qué seguimos atrasados unos 30 años en tecnología respecto de Europa?

• ¿El tema seguridad es prioritario a la hora de proyectar un estadio deportivo y/o cultural?

“Río Negro” considera algunas exposiciones más que interesantes para responder a estos interrogantes/preocupaciones puesto en la mesa del debate.

Agustín García Puga –arquitecto, consultor internacional de arquitectura deportiva y vicepresidente de IAKS (International Association for Sports and Leisure Facilities) Latinoamérica y Caribe–: “Trabajo desde hace más de 20 años en arquitectura deportiva y noto que una cosa es el deporte y otra cosa es el fútbol, transformado éste en un fenómeno inexplicable. ¿Cómo entender que en un partido no haya público visitante porque rompen todo? ¿Por qué tenemos 18 estadios en la ciudad de Buenos Aires? Es un exceso y una rareza sólo sostenible en Londres –donde la planificación urbana y las reglamentaciones acompañaron este proceso– mientras que los estadios porteños tienen 60 o 70 años y siguen sin diagramación ni asesoramiento.

“¿Por qué está tan involucrada la política? –se pregunta– Debido a que estos intereses mezquinos priman por sobre los de los ciudadanos, es que no se hacen estadios compartidos, sabiendo que no hay otra forma de mantenerlos. Estudiantes construye su estadio en el Paseo del Bosque, mientras al Estadio Único de La Plata no se le da uso. En el caso de San Lorenzo, al demolerse su cancha hace 35 años, el barrio de Boedo creció de otra forma y un nuevo estadio conllevaría complicaciones como generar accesos de transporte, o evacuar grandes flujos de gente en calles angostas, o las situaciones delictivas.

“Además, para que tenga perpetuidad, una cancha tiene que ser querida por todo el barrio. Otra falencia nuestra es el atraso de unos 30 años en tecnología, respecto de Europa. Esto significa que no son sustentables, ni en infraestructura, ni en seguridad ni en mantenimiento.

“Muy pocos estadios tienen cubierta, y la estructura metálica de la que posee el estadio Único de La Plata ya es obsoleta. Es la dirigencia de los clubes deportivos –o sea los privados y no las políticas de Estado– las que deben tener la mayor responsabilidad en la racionalidad y planificación en sus decisiones y para ello contratar una estructura profesional especializada en seguridad y en gestión deportiva.

Carlos Codern –arquitecto, líder de Emprendimientos Urbanos CGI–: “El tema de seguridad de estadios deportivos debe ser priorizado desde el comienzo de cada proyecto, porque generan enormes convocatorias, pero muchas veces se priorizan otros aspectos. En las ciudades del interior, como sucede en San Pedro donde resido, generalmente el rol del club es amateur y cumple la función cotidiana y vital de formación. Me parece que los clubes son anclas que siempre dan una oportunidad para recuperar o rehabilitar una ciudad, aunque muchas veces esto está tan cruzado con el proyecto inmobiliario que termina definiendo algunas cuestiones fuera del rol principal. Es un gran desafío de nuestra profesión equilibrar la sustentabilidad entre el rol social que cumple el deporte y el negocio”.

Alvaro Feuerman –ingeniero civil, gerente de Infraestructura y Servicios de la empresa La Nación–: “La pregunta es: ¿cómo lograr que en las grandes obras se llegue bien con los tiempos? La respuesta es múltiple pero es clave una planificación que también debe estar trazada con mucho tiempo. En las obras complejas el tema de los imprevistos genera inconvenientes muy grandes que pueden ser evitados con factores fundamentales, como una buena estrategia de contratación. En relación a ello, en las licitaciones de estudios de arquitectura, no estamos de acuerdo con las cotizaciones por porcentajes, sino por monto fijo que permiten generar una mejor comparativa”.

Emilio Rivoira –arquitecto del estudio Hampton + Rivoira Arquitectos–: “Hemos tenido la oportunidad de trabajar en los últimos años en Buenos Aires, para tres grandes reciclajes en edificios patrimoniales y vinculados a programas culturales. Buscando similitudes en los ejes centrales de cada proyecto, creo que el primer gran desafío y condición de partida fundamental es conocer en profundidad el edificio y luego tratar de entender qué es lo que necesita el cliente en relación al reciclado del mismo.

Nuestro estudio hace un trabajo de puente entre el pasado y el futuro. Especialmente en los proyectos de reciclaje, es clave integrar a los asesores desde el principio y también lograr que el comitente se “enamore del proceso”.

Esto último incluye que los clientes valoren la importancia estratégica de invertir en la contratación de los mejores especialistas en cada tema, para generar el mayor valor agregado a la obra”.

Eduardo Scagliotti –arquitecto de Estudio Scagliotti–: “Abordo esta temática desde la relación entre cultura y arquitectura patrimonial, y desde allí me surge la pregunta: ¿Desde qué parámetros enfrentamos la puesta en valor de este tipo de edificios? En la experiencia del Teatro Colón, encuentro cuatro claves para la respuesta.

En primer lugar, una de las cuestiones es el aprendizaje sobre cómo fueron construidas estas obras originalmente. Hay una pérdida de la cultura material, tiene que ver con ignorancia profunda en el paradigma de la sostenibilidad, eje de este Fórum CPIC. En segundo término, esta problemática compleja debe abordarse desde un equipo de asesores que trabajen en un modo sistémico e interdisciplinario, arquitectos, ingenieros, expertos, y luego incorporar proveedores estratégicos. La tercer variable es la figura del gerenciador, fundamental para capitalizar los diferentes abordajes desde el comienzo del proceso. Por último, debemos incluir la educación como el fondo de la cuestión, el sentido que le damos a nuestras obras en relación a una sostenibilidad que incluye su entorno urbano y su sociedad”.

Por último, otro de los exponentes, de los tantos que registró de esta mesa redonda. Se trata de Carlos Segura, titular de Uno Deportes, empresa de arquitectura deportiva y miembro de IAKS Latinoamérica y Caribe.

“Respecto a los pliegos de licitación, es sorprendente que muchas veces tenemos que elaborarlos nosotros mismos, los proveedores, porque no se cumplen las mínimas especificaciones. Por ello creo que es importante el rol y la responsabilidad de asesores en arquitectura deportiva, porque en Argentina hay un gran desconocimiento de las verdaderas necesidades que genera el deporte en lo que a infraestructura respecta, especialmente en tecnología, en comunicación y seguridad”.

Aportes estos que pueden ser oportunos para funcionarios y dirigentes de nuestra región.

“¿Por qué está tan involucrada la política a la hora de decidir una construcción deportiva? Priman intereses mezquinos por sobre los de los ciudadanos”.

“El tema de la seguridad de los estadios deportivos debe ser priorizado desde el comienzo de cada proyecto; muchas veces se da más importancia a otros aspectos”.

Los estadios, lugares de experiencia: es el nuevo paradigma

Villa Olímpica, del estudio Mariana Baulán +Martín Szydlowski.

Datos

“¿Por qué está tan involucrada la política a la hora de decidir una construcción deportiva? Priman intereses mezquinos por sobre los de los ciudadanos”.
“El tema de la seguridad de los estadios deportivos debe ser priorizado desde el comienzo de cada proyecto; muchas veces se da más importancia a otros aspectos”.
“Los estadios se han transformado en lugares de experiencia”, afirma Martín Sznaider, de Sales District Manager de Bosch.
“Hay muchos especialistas en puesta de tecnología al servicio de los edificios; esto significa no sólo audio, iluminación y servicios de comunicación sino también en la seguridad, una variable cada vez más importante en los estadios. Las cámaras pueden prevenir desmanes o encontrar un chico perdido o lograr una audio-evacuación. No tenemos en Argentina una legislación en esta problemática, a lo sumo se exige que se alargue la sirena, pero lo único que provoca es pánico”, agrega Sznaider. “Hemos trabajado en el sistema de audio del estadio de Boca Juniors. Es un buen ejemplo donde se ve el paradigma del cambio. Sobre todo en el exterior, los estadios se han trasformado en lugares de experiencia, mucho más allá de un espectáculo deportivo y donde la tecnología tiene un rol clave. En Argentina los servicios de tecnología llegan tarde y no a la hora de hacer pliegos y presupuestos”, concluyó el expositor.

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