Vidrios seguros y versátiles que se adaptan a todo

Cuando se habla de vidrios seguros para una vivienda no necesariamente se refiere a los vidrios a prueba de balas. Cuando se rompe el vidrio de un ventanal o ventana es por algún golpe accidental o porque reciben un fuerte impacto con cualquier tipo de objeto. Esto significa que las roturas en los cristales suceden cuando menos se las espera y pueden tomar por sorpresa a más de uno.

Por más precauciones que se tengan, los más chicos suelen apoyarse en los vidrios, usarlos de álbumes o hasta de pizarras, pero además los cristales suelen ser víctimas de impactos variados. Para cada uno de estos episodios existen modelos de vidrios que se adaptan a las necesidades precisas de cada situación.

Los vidrios seguros son aquellos que son menos proclives a roturas que los tradicionales (crudos) o, llegado el caso de una rotura, lo hacen de manera segura para los habitantes de una vivienda. Entre estos se destacan tanto los vidrios templados como los vidrios laminados.

En primer lugar es necesario aclarar que los vidrios crudos no son sometidos a tratamientos como los más seguros y cuando se rompen lo hacen en grandes pedazos con puntas y bordes filosos que puede generar heridas de calibre alto en los habitantes de la vivienda.

A diferencia de los vidrios tradicionales, los templados son hojas cortadas a medida con los bordes pulidos, que una vez que se le realizan las perforaciones necesarias para su colocación son sometidos a un tratamiento térmico que mejora su resistencia mecánica y térmica hasta cinco veces. Lo que significa un gran incremento en su fortaleza a los impactos y tienen mejor resistencia térmica que los tradicionales.

Otra gran característica es que cuando estos vidrios se rompen, lo hacen en pequeños fragmentos que se desploman reduciendo en un gran porcentaje la posibilidad de accidentes. Es por esto que son recomendados para usar en zonas susceptibles al paso humano. Una particularidad de estos cristales es que son los mismos que se utilizan en los vehículos.

Por otra parte los laminados son dos hojas de vidrio adheridas sobre una interlámina de Butrial (PVB). Gracias a sus propiedades de adherencia y transparencia, este material logra una transmisión de esfuerzos entre los vidrios, absorbiendo la energía de los golpes. Cuando se produce una rotura en los vidrios, la lámina sostiene los fragmentos e impide los desprendimientos. Otro punto importante de este material es que filtra los rayos ultravioletas y propone una superior aislación acústica. Estos vidrios también suelen ser utilizados en la industria automotriz, aunque principalmente son vidrios de seguridad que se instalan en comercios.

Por último también existe la combinación de estos dos vidrios cuyo proceso consta primero de templar el vidrio, para luego laminarlo. El objetivo de esta mezcla es conseguir reunir todas las cualidades que aportan ambos sistemas. Este tipo de tratamiento combinado ofrece más resistencia mecánica lo que lo vuelve más seguro.

Clasificados “Río Negro” consultó a vidrierías de la zona quienes brindaron precisiones.

Explicaron que la mayoría de los vidrios que se instalan en las viviendas son crudos, de cuatro milímetros de espesor, principalmente por el costo y porque hay situaciones que no son necesarios. Pero al ser vidrios de seguridad son elegidos en quinchos, o casas de fin de semana.

“Quienes por normativa deben tener vidrios laminados son las escuelas, por razones de seguridad”, explicó el encargado de la vidriería ubicada en Alcorta e intendente Mango, de Neuquén.

En el caso de ventanales grandes con vista a un patio, es recomendable instalar un vidrio resistente, por cualquier golpe, pero dependerá de las necesidades y gustos de los clientes.

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Los vidrios seguros son aquellos menos propensos a roturas que los crudos, pero si se parten lo hacen de manera segura para los habitantes.

Datos

Los vidrios inteligentes

son otra opción

“Es raro que la gente pida laminados para una ventana, pero en el caso de un comercio con vista a la calle se aconseja que se instale uno”,

expresó Diego, el encargado de una vidriería del Bajo neuquino.