Próximos pasos serán claves
BUENOS AIRES (ABA).- Los próximos pasos del gobierno en relación al fallo de Griesa serán cruciales para saber si nuestro país evita recaer en default y el impacto en la economía. Para el ex titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay, la opción preferible es plantear en privado en EE. UU. que la realidad es opuesta al discurso que utiliza el gobierno “para la tribuna”. “Hay que sentarse ante los jueces con los números en la mano, explicarles que a quienes entraron en el canje se les pagó y les fue muy bien, porque en los hechos cobraron con una quita de alrededor del 40 % -y no del 75 % como se anunció-, y que sería conveniente para los bonistas que quedaron afuera ingresar en las mismas condiciones”, sostuvo Prat Gay. El diputado de la Coalición Cívica consideró que la situación es compleja: “Si nuestro país incumple el fallo de Griesa, y la Cámara de EE. UU. lo confirma, queda en default, mientras si le paga a los holdouts se viola la llamada “ley cerrojo” que impide pagar a quienes no adhirieron al canje. Prat Gay expresó que “aunque sea complicado se puede convencer a los magistrados acerca de que quienes aceptaron la quita terminaron (por el cupón del PBI y otras cláusulas) cobrando más que en otras reestructuraciones”, discurso distinto al que usa en la Argentina. Por su parte, el presidente del Banco Ciudad Federico Sturzenegger subrayó que la fecha clave es el 15 de enero dado que en todos los contratos de deudas por bonos se otorgan 30 días hasta que un país pueda esquivar el default. “La Argentina tiene un mes para negociar o tratar de encontrar una solución”, indicó. Lamentó que la Argentina haya “desperdiciado la chance” otorgada por Griesa cuando le pidió al gobierno una propuesta. El economista del PRO estimó que Lorenzino, el lunes, tendrá una “última oportunidad”. “Le tendría que manifestar a la Corte de Apelaciones que Argentina está dispuesta a pagarle a los holdouts de manera equivalente que a quienes ingresaron en el canje; es probable que la Cámara lo acepte ya que se estaría aplicando la cláusula de acción colectiva la cual sostiene que si un grupo grande de bonistas acepta la reestructuración, se impone esa reestructuración al resto”.
Prat Gay y Sturzenegger, economistas
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