Proyecto de orquesta juvenil quedó trunco

Después de cuatro años de trabajo ininterrumpido, los profesores a cargo del proyecto Orquesta Juvenil Municipal de Bariloche decidieron renunciar por la total falta de apoyo.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Como ocurre demasiado frecuentemente, otro proyecto cultural quedó en el camino. Después de haber coordinado el Proyecto Orquesta Juvenil Municipal de esta ciudad durante cuatro años, los profesores Kyoko Kurokawa y Diego Díaz decidieron renunciar. Actualmente concurría a clases una treintena de niños y jóvenes de escasos recursos.

En 1996 era firmado aquí el convenio por el cual quedó implementado el Programa Nacional de Orquestas Nacionales surgido por iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Nación en coordinación con el Ministerio de Bienestar Social. Entonces rubricaron el acta constitutiva el coordinador del programa nacional Eduardo Pugliese, el director municipal de Cultura Miguel Angel Rossi e Inés Knapp de Sauter por la comisión directiva del Cámping Musical.

La dirección artístico pedagógica de los más de cien chicos de entre 8 y 12 años escogidos para tomar clases de música e interpretación instrumental quedaba a cargo de Kurokawa y Díaz.

La cifra decayó a sesenta durante el primer período de formación del grupo y últimamente asistía una treintena de chicos. El resto fue desalentado por el traslado del lugar para los ensayos. En principio tenían lugar en la Escuela de Arte La Llave donde no pudieron seguir reuniéndose por la reestructuración del establecimiento. Así fue como trasladaron los encuentros a la sede del Cámping Musical en Juramento 94.

Teniendo en cuenta el lugar de residencia de la mayoría de los chicos que participaban del proyecto, el hecho de tener que trasladarse hasta el centro constituía una dificultad más, salvada por los profesores que llevaban a los chicos en sus autos particulares. Sin embargo, ese no hubiera sido obstáculo para continuar con la actividad ya que mientras estuvieron en La Llave sabían que se trataba de un espacio disponible transitoriamente.

Ambos profesores decidieron “no prometer nada más y cortar la experiencia por lo más sano, honestamente, por más que sea doloroso. Las autoridades no cumplieron, Nación está borrada desde hace tiempo, la asistencia técnica prometida llegó al principio y los instrumentos, nunca”, señaló Kurokawa.

El municipio local se había comprometido a pagar los sueldos y ceder un lugar. Este año ambos profesores cobraron una mensualidad: la de abril, en octubre.

Respecto de este incumplimiento la directora de Cultura Carmen Giménez dijo que está enmarcado “en la crisis económica general y en particular de Bariloche. No justifico absolutamente nada pero este fue un año difícil con graves problemas sociales y es imposible dar respuesta a todo”.

Kurokawa manifestó que “esperamos todo lo que pudimos pero el hilo se corta por lo más débil. Este era un programa de tipo social secundariamente musical pero del área social nunca se acercaron al grupo. Dedicamos cuatro años de nuestra vida sin ningún apoyo, sólo el del Cámping que también es una institución musical. Hemos golpeado todas las puertas. Es difícil construir y fácil destruir, no se hace nada y todo empieza a caer”, consideró.

“Pusimos alma y vida por tratar de salvar el proyecto pero conlleva mucho desgaste. Si alguien quiere, que tome la posta”.

Giménez dijo lamentar el alejamiento de los docentes confiando en que el trabajo pueda ser retomado el año próximo en el edificio prometido, aquel donde funcionaba Vialidad -Elordi y Brown- y actualmente ocupa Transportes de la provincia.

Pormenores de una lucha

Los profesores Kurokawa y Díaz presentaron su renuncia al proyecto a la única institución que consideraron con entidad para recibirla, el Cámping Musical Bariloche. Como la secretaría de Cultura de la Nación “no responde a los pedidos de cumplimiento de compromisos asumidos y no reemplazó al coordinador Eduardo Pugliese, decidimos pelear por el proyecto de la ciudad”. Pero también el municipio fue desentendiéndose de su responsabilidad.

Este año, informó Kurokawa, debían empezar con la sección de los vientos agregándola al grupo de cuerdas que comenzó su formación hace cuatro años. Pero “nos pareció que lo más honorable era decir a los padres que este proyecto terminó. No quiero prometer más nada para evitar el manoseo. Las promesas hay que cumplirlas”, expresó.

Consultada sobre la posibilidad de continuarlo si hubiera una respuesta del municipio dijo que “en el estado en que está la municipalidad, ya no creo. Más de lo que hicimos los músicos no podemos hacer. No es cierto que a la orquesta asistan niños en situación de riesgo, ellos se nos fueron hace tiempo porque no supimos manejarlos. Quedaron niños con familias humildes como tantas, es mentira que sean chicos en situación de riesgo. Es una mentira más”.

A través de la secretaría privada el intendente municipal Atilio Feudal derivó la consulta de este medio sobre el tema a la directora de Cultura o al encargado de prensa del municipio.


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