Puede que Renzo necesite otro corazón

BUENOS AIRES (Télam).- Renzo Antonelli, el niño de 2 años cuyo corazón trasplantado trabaja en forma insuficiente, aún tiene posibilidades de eludir un segundo injerto si en las próximas horas el nuevo órgano se robustece, según anunciaron los médicos a sus padres. “Mañana los médicos van a probar si el corazoncito toma fuerza; es un último intento”, dijo ayer Belén Ramos, mamá del paciente, que está internado en el hospital Garrahan. Ramos aclaró que de verificarse que el corazón injertado no puede adquirir la capacidad de bombeo que necesita su hijo, a Renzo le quedaría un nuevo trasplante como única alternativa. El corazón trasplantado hace una semana a Renzo, de dos años, no es lo suficientemente grande para el paciente, quien desde ayer figura nuevamente en la lista de espera del Incucai, afirmó la cardióloga Elena Ferreiro que atendió al niño inicialmente en el hospital pediátrico “Juan Pablo II”, de la capital correntina. La médica explicó que “no hubo rechazo del órgano sino que el tamaño no es el indicado, porque el volumen de sangre que necesita para funcionar es mayor que el que utilizaba el donante”. Lo que está descartado es que Renzo vuelva a la situación anterior, de vivir con un corazón artificial, tal como estuvo desde el 11 de octubre de 2012 hasta el domingo pasado, cuando recibió el trasplante.


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