“El diagnóstico del gobierno fue bueno, pero el plan demasiado ambicioso”

Camilo Tiscornia, economista

De amplia trayectoria profesional y una profunda formación académica, Camilo Tiscornia es una reconocida voz entre los economistas nacionales. En diálogo con PULSO, el especialista valoró el esfuerzo del gobierno por encauzar la economía hacia la reducción del déficit, aunque indicó que el plan fue demasiado ambicioso. Remarcó además, que la clave es recuperar la confianza de los mercados.

PREGUNTA- ¿Qué conclusiones obtiene de lo ocurrido en estos tres meses?

RESPUESTA- Es un escenario muy complejo el que se vivió. En buena medida fue disparado por cosas que sucedieron afuera, pero la repercusión que tuvo en Argentina fue mucho mayor a la que hubo en otros países, y mucho mayor a la que se podía esperar para este mismo escenario. Se sabía que en algún momento las tasas en EE. UU. iban a subir, pero nadie esperaba que sucediera esto. En algún punto fue sorpresivo.

P- ¿Hubo un error de diagnóstico?

R- Era un riesgo, podía suceder. Se sabía que el escenario mundial se iba a ir complicando. Pero nadie esperaba que iba a suceder esto que terminó pasando. El gobierno siempre pensó que iba a contar con el financiamiento para sostener la transición hacia el equilibrio fiscal, y eso se corto mucho más rápido y más fuerte de lo que esperaba. Eso en un contexto como el nuestro, de alto déficit fiscal y de un déficit de cuenta externa que se acrecentó el último año, genera una situación muy vulnerable.

A ello hay que sumar un factor local, que es la sequía.

P- ¿Fue en error abrir de golpe la economía?

R- Me parece que lo que se hizo estuvo bien. Había mucho temor por la salida del cepo cambiario, y la verdad es que esa salida fue poco traumática. En ese contexto el gobierno fue liberando cada vez más, quizá para diferenciarse del gobierno anterior que tenía todo ‘controlado’. Un ejemplo es la ‘no obligación’ de liquidar las divisas de exportación en un lapso medianamente razonable. Tal vez una medida como esa, complica en un contexto como el actual.

P- A la vez, es difícil desactivar una medida como esa sin que ello implique ‘volver al pasado’…

R- Exactamente. Quizá haber sostenido esa restricción no hubiera sido tan costoso teniendo en cuenta que durante dos años hubo dólares de sobra, y hubiera sido muy provechoso en un momento como este. En este sentido, la sequía es determinante. Con o sin restricción, hay menos divisas para liquidar.

P- ¿Qué opina de la coyuntura financiera?

R- Hay dos puntos importantes. Por un lado, desde aquella famosa conferencia de prensa del 28 de diciembre, hay una pérdida de confianza en relación a la capacidad del gobierno para reducir el déficit y un revalúo de los riesgos en cuanto a prestarle a la Argentina. Mientras haya déficit, habrá necesidades de financiamiento. Hace falta ser creíble en cuanto a la posibilidad de revertir el déficit, para tener capacidad de repago del financiamiento que se recibe. Por otra parte, hay especulación. El tipo de cambio había quedado muy atrasado, y ante la falta de financiamiento ello se resuelve con una fuerte devaluación, que termina concretándose como una ‘profecía autocumplida’.

P- ¿Sigue atrasado el dólar?

R- Creo que con la devaluación que tuvo lugar en estos dos meses, el atraso ha quedado largamente eliminado. Ello debería ayudar a estabilizar el escenario financiero, pero no soluciona la falta de confianza.

P- ¿Cómo se recupera la confianza?

R- El gobierno ha tratado de regenerar la confianza mediante el acuerdo con el FMI y con una batería de medidas que incluyen anuncios de un ajuste más fuerte. La sensación en las últimas dos semanas es que, pese a la convicción que muestra el gobierno, a los cambios en la conducción del BCRA, y a un tipo de cambio más alto, eso tampoco ha alcanzado. Hoy las dudas que persisten, tienen que ver con la política. La pregunta que se hacen los mercados es si el gobierno logrará ganar el año que viene luego del desgaste que implicará llevar adelante un ajuste mayor.

P- ¿El acuerdo con el FMI es un condicionante para el próximo gobierno?

R- Atacar el déficit fiscal no es potestad de un gobierno u otro, es una responsabilidad del Estado. En este sentido, que el acuerdo trascienda al próximo gobierno, no me parece dramático. Pero la dudas que persiste en el mercado, es qué sucede si el año que viene cambia el gobierno, porque no se sabe si el próximo gobierno tendrá la misma convicción para reducir el déficit fiscal. No se observa un encolumnamiento de la oposición más razonable para acompañar la baja del gasto.

P- ¿Fue un error poner como prioridad numero uno la lucha contra la inflación?

R- Creo que fue acertado poner como prioridad la lucha contra la inflación, pero probablemente fue demasiado ambicioso el ritmo que se planteó para la reducción de la inflación. Más teniendo en cuenta que se arrancaba con la necesidad de una fuerte devaluación para salir del cepo, y con una fuerte corrección de tarifas. A ello hay que agregar que una reducción de la inflación tan rápida no es consistente con una baja del déficit tan lenta. Para compensar, fue necesario una política monetaria demasiado contractiva, generando el problema que hoy se observa con las Lebac. En ello creo que hubo un error de política. Quizá hubiera sido mejor un camino menos ambicioso pero sostenible. Haber prometido mucho y ahora tener que dar marcha atrás, ha sido verdaderamente muy malo.

Perfil

Camilo Tiscornia

Pulso Entrevista: Camilo Tiscornia, economista

Datos

Camilo Tiscornia es licenciado en Economía (UCA) y magister en Economía (Universidad Di Tella).
Especializado en la realización de modelos econométricos de diversa índole. Fue gerente de Análisis Macroeconómico del BCRA.
Se desempeñó como economista senior del estudio Orlando Ferreres entre 1997 y 2005.
Es socio y director en C&T Asesores Económicos.

Temas

Economía

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