El precio de los alimentos crece muy por encima de la inflación

No existen sorpresas si se afirma que la lucha contra la inflación se inscribe entre las principales falencias de la actual gestión económica. No importa cual sea el registro del mes de diciembre, el incremento en el nivel general de precios del año 20 18, será el más alto desde que el programa de convertibilidad ideado por Domingo Cavallo, y aplicado desde 1992, diera por finalizada la hiperinflación de los dos años previos.

Si hay un acierto que se le puede reconocer al gobierno, es haber normalizado las estadísticas oficiales, que en la actualidad reflejan la dinámica real de los precios. Sin embargo, el dato que mensualmente publica el Indec, es el promedio de una canasta de bienes y servicios que incluye desde alimentos hasta indumentaria, transporte, salud o educación.

Sin embargo, el termómetro del consumo familiar, indica que ciertos productos de primera necesidad, en especial los alimentos y la perfumería, han incrementado su precio muy por encima del promedio que releva el organismo estatal.

Así lo confirma un estudio publicado esta semana por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav). El relevamiento realizado durante el mes de diciembre como una estimación previa a la publicación del dato oficial, estima que el nivel general de precios creció un 4,3% en el último mes del año. De confirmarse, significaría una inflación anual del 50%.

Pero lo que resalta el informe de Undav, es que durante todo el año 2018, el precio de los artículos de primera necesidad que componen la canasta básica, se incrementó en promedio un 14% más que el nivel general.

Al observar el detalle, resulta llamativa la dinámica del precio de los alimentos durante diciembre. Ese mes, el tomate redondo aumentó un 41%, el zapallo anco un 20%, los huevos un 18%, la papa un 15% y la manzana deliciosa un 11%. Si en cambio se toma el incremento anual, resulta que el precio del tomate creció 87%, el del zapallo anco un 118%, los huevos un 118%, la papa 76% y la manzana un 64%.

El aumento desmedido en el precio de los alimentos, impacta de lleno sobre los hogares de menos recursos, y es un fuerte escollo en el camino de reducción de la pobreza emprendido por el propio gobierno.

Al buscar las razones para tal dinámica, el citado estudio indica que la fuerte devaluación registrada el año pasado es el motivo principal que sustenta los aumentos de precio. Resalta sin embargo que el canal mayorista solo trasladó a los precios dos terceras partes de la devaluación, y que existe aun mucha ‘inflación reprimida’. Sucede que ante la caída de la demanda, los integrantes de la cadena comercial optaron por absorber gran parte del incremento de costos, a fin de evitar que la baja de las ventas sea aun mayor.

Un último apartado, muestra la incidencia de los aumentos de precio en cada una de las regiones del país. Allí se advierte que la Patagonia es la zona en que los aumentos han sido más fuertes. Al mismo tiempo, son llamativos los incrementos en ciertos productos puntuales, como la harina de trigo que subió un 168% anual, el aceite de girasol, que lo hizo un 84% o los fideos guiseros un 79%.

Para explicar tal dinámica, confluyen en la Patagonia la crisis económica que afecta al resto del país, con la realidad propia de la economía regional, atravesada por la actividad petrolera que genera remuneraciones mucho más altas que las que se registran en el resto del país.

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Económico Pulso