Enseñar construyendo puentes de valor

Con una sólida articulación entre organismos públicos y empresas privadas convocados por iniciativa del INTA Alto Valle a través de su Agencia de Extensión Rural Centenario, en 2017 se realizó una prueba piloto de entrega de manzanas frescas en dos establecimientos educativos de la provincia de Neuquén. La práctica dejó un aprendizaje para futuras acciones de política pública y apoyo al sector frutícola regional.

En principio se avanzó en el desarrollo de una logística y ejercicio pedagógico para promover el consumo de manzanas en los niños como sector clave de la sociedad, a través de las instituciones educativas. Allí confluyeron las intenciones de desarrollar alternativas para fruticultores con limitaciones comerciales, de proveer alimentos de alta calidad nutricional y de promover un vínculo de reconocimiento y respeto entre ambos grupos sociales.

El diseño, ejecución y evaluación de la experiencia se dio en el marco de una mesa interdisciplinaria integrada por profesionales y técnicos del Departamento de Nutrición del Consejo Provincial de Educación (CPE), la Agencia de Producción Centenario, la Subsecretaría de Producción del Ministerio de Producción y Turismo de Neuquén y la Agencia de Extensión Rural Centenario del INTA. El trabajo se inició con un análisis de antecedentes, el rescate de conocimientos de informantes calificados y la realización de entrevistas en los ámbitos educativo y frutícola, para dimensionar objetivos y alcances. Paralelamente se generó un compromiso de donación de manzanas por parte de empresas neuquinas y se identificaron dos establecimientos educativos por evaluación del contexto socioeconómico del radio escolar y antecedentes de participación en proyectos nutricionales. Las escuelas seleccionadas fueron las primarias N° 59 de Centenario y N° 348 de Neuquén Capital. Del análisis de las capacidades operativas para la recepción, almacenamiento y distribución de las manzanas a los alumnos se logró ajustar el cálculo del número de raciones necesarias para cada escuela.

La prueba piloto implicó el desarrollo de una logística de transporte desde las plantas de empaque de los proveedores hasta las escuelas y la entrega en mano de las manzanas a los niños. Asimismo, se crearon espacios de intercambio en los que se involucró al cuerpo docente, para idear propuestas pedagógicas vinculadas al reconocimiento del sector frutícola y la promoción de hábitos de consumo saludable.

Múltiples fueron las conclusiones: por un lado, se infiere que los establecimientos educativos provinciales contarían con las capacidades para la entrega de frutas a los alumnos, sin que se produzca una sobrecarga en las labores habituales. En cuanto a los criterios de aceptabilidad de la fruta, las manzanas de la variedad Red Delicious de bajo calibre permitieron que la ración entregada fuera consumida en su totalidad por los niños y que pudiera realizarse un adecuado manejo de los residuos.

De avanzar en la formulación de una propuesta a mayor escala resultarían estratégicas este tipo de instancias para que el personal de los establecimientos educativos se involucre en la propuesta. A su vez, se propone capacitarlo en cuanto a normas básicas de almacenamiento, manipulación e higiene para el mantenimiento de la inocuidad del producto que consumirán los alumnos. Desarrollar un canal de distribución y entrega en la puerta del establecimiento educativo resultaría una alternativa sostenible en el tiempo.

Finalmente, la alta valoración y predisposición a colaborar demostrada por quienes participaron en la experiencia indicaría la factibilidad de avanzar en la construcción de una agenda de trabajo compartida entre los organismos públicos provinciales y los actores de la fruticultura provincial, que permita a los alumnos de todas las escuelas de la provincia la oportunidad de consumir manzanas neuquinas.

Dato