La lógica del optimismo impostado

Hablar en conferencia de prensa, es una práctica que el actual presidente, Mauricio Macri suele utilizar para generar el contacto directo con quienes informan. Sin embargo, la imposibilidad de la re pregunta, habilita la evasión en las respuestas más importantes y permite la utilización de los datos de forma equivocada.

Algo así, sucedió esta semana cuando el primer mandatario habló ante los periodistas. La primer respuesta alcanzó para encontrar un dato verdaderamente erróneo. “Vamos a volver a la senda del crecimiento el año que viene, va a volver a generarse empleo. Así como generamos 700.000 puestos de trabajo en 2017, volveremos a generar trabajo en el futuro”, afirmó el presidente. Ninguno de los presentes, osó re preguntar al respecto.

El punto es que los propios datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, contradicen tal afirmación y dejan expuesto el grosero error. Según la estadística oficial, durante el año pasado se crearon solo 92.350 puestos en el sector privado registrado. Siete veces menos que lo referido por el mandatario. Si se considera también el sector público, la cantidad de nuevos puestos asciende a 195.000, una cifra tres veces y media menor a la utilizada durante la conferencia de prensa.

El presidente refirió en todo momento a las dificultades que atraviesa la economía nacional, con la palabra “tormenta”. Aunque tímidamente admitió errores, la utilización de un fenómeno climático como metáfora, luce una vez más, como la intención de colocar las causas de la crisis en otro lugar, externo, no propio, y fuera del alcance de las posibilidades del timonel del barco.

Al hablar de la inflación, la escasez de rigurosidad con los datos volvió a quedar a la vista. “Vamos a bajar la inflación. El acuerdo que hemos firmado con el Fondo va en esa dirección. De la inflación que tengamos este año, el año que viene vamos a bajar 10 puntos, y así el año siguiente estar cerca de la inflación de un dígito”, expresó. Dado el nivel de inflación actual y en base a la información que esta misma semana dio a conocer el Indec, si el pronóstico dado por el presidente se cumpliera, significaría que en 2019 la inflación seguiría siendo superior al 20%. Ello implicaría que desde el vamos habría dificultades para cumplir la pauta acordada con el FMI, estipulada en un máximo de 21% para 2019. Si además se cumpliera la previsión para 2010 (una inflación cercana a un dígito), ello implicaría una reducción de otro 10% anual. Cuesta dar verosimilitud a semejante previsión cuando al contrastar los datos oficiales con los registros al inicio de la actual gestión, resulta que la inflación de 2018 es muy similar a la registrada en los últimos seis años de kirchnerismo.

El gobierno busca recomponer una agenda optimista de cara al 2019. La conferencia de prensa ofrecida por el presidente giró sobre ese eje, pero tropezó.