Las granjas como alternativa

En Neuquén y Río Negro son veintidós mil las familias urbanas, periurbanas y rurales que, relacionadas al Programa ProHuerta, año a año desarrollan la producción agroecológica con objetivos de autoabastecimiento, trueque y/o generación de excedentes para la venta. Dos mil de ellas se dedican a las actividades de granja a través de la cría de gallinas ponedoras, pollos camperos y pavos que incorporan a la dieta familiar, intercambian con vecinos o comercializan en ferias habilitadas.

El Programa posee un Centro de multiplicación de aves propio en Zapala y otro en convenio con la Escuela Agraria Alto Valle Este de Villa Regina, donde se obtienen pollitas ponedoras (para huevos) y pollos camperos (para carne).

Estos centros cuentan con reproductores de genéticas obtenidas en el INTA, a través de los cuales se logra la incubación de huevos y la producción de pollitos bebé de las razas “Negra” y “Rubia”. También colaboran con el mantenimiento de razas locales, en conjunto con el IPAF Patagonia y el Puesto de Capacitación Nº2 del El Chañar, donde se desarrolla la cría y selección de gallinas araucanas.

Los técnicos de las dieciséis Agencias de Extensión Rural del INTA en Río Negro y Neuquén son los encargados de capacitar y distribuir a las familias interesadas, en forma gratuita, una cantidad de aves acorde con sus objetivos productivos (en general, 10 ponedoras y 3 pollos camperos). Posteriormente realizan el seguimiento de las instalaciones y la capacitación y asistencia técnica sobre aspectos productivos sanitarios y de infraestructura.

Para desarrollar esta tarea de manera eficiente se utilizan tecnologías adecuadas a la escala y el tipo de productores involucrados. Contando con la infraestructura de gallineros, comederos, bebederos y sistemas de manejo, alimentación y sanidad adecuados, la producción puede ascender a 200 docenas de huevos por año (lo que significa un 65% de postura).

Es importante destacar que por cada peso invertido por el Estado en estos centros de multiplicación se genera un producto bruto de 15 pesos a nivel regional. Es decir que la actividad de las familias potencia el aporte del Programa e impacta sobre su calidad de vida, tanto en una mejor alimentación como en la economía hogareña. Este producto circula por las economías familiares, permite redefinir el uso de lo obtenido a otros gastos o ahorro, ayuda a incorporar proteínas en la dieta y constituye un ingreso a través de la venta de excedentes en ferias.

Además, se crean y fortalecen las relaciones entre familias que comienzan a organizarse en torno a la producción, así como el intercambio comercial de cercanía, lo que genera lazos de confianza entre productores y consumidores.

El ProHuerta es una política de soberanía alimentaria que lleva adelante el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación junto al INTA. Promueve la mejora y la diversificación de la alimentación de las familias, escuelas, instituciones y organizaciones de la comunidad mediante la autoproducción de alimentos en forma agroecológica. Se lleva adelante con metodologías participativas, estimulando la organización y capacitación de las familias y otros actores involucrados.

“La importancia de estas acciones es la incorporación de proteína a la dieta y la diversificación de los sistemas productivos”.

Vicente Buda, ProHuerta Río Negro y Neuquén

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