Remolacha forrajera: energía para el ganado de la norpatagonia

En los valles Norpatagónicos una práctica muy utilizada es la incorporación de granos energéticos (maíz, sorgo, avena, cebada) como complemento de pasturas y/o heno, para la terminación o engorde de novillos y vaquillonas. Además, se cultiva maíz con destino a la confección de reservas (silaje). Esta alternativa conlleva a que los productores deban contar con una importante liquidez financiera para cubrir los gastos del servicio de ensilaje durante los meses de marzo-abril.

Experiencias realizadas en otros países muestran a la remolacha forrajera (Beta vulgaris L.) como otro recurso forrajero que podría utilizarse para aportar la energía necesaria para la terminación de los animales en pastoreo directo del cultivo. Por ello, es necesario avanzar en el estudio del comportamiento productivo de la especie bajo las condiciones edafo-climáticas de nuestra región. Es importante poder generar el conocimiento adecuado y detallado del potencial de rendimiento de la especie en diferentes suelos de los valles irrigados, la calidad del forraje, su fenología, aspectos culturales como por ejemplo: fertilización óptima y momento de aplicación, fecha, distribución espacial y densidad de siembra, control de malezas, comportamiento sanitario, formas de utilización (pastoreo directo o conservación) categorías de animal a utilizar, calidad de carne, costos de producción, entre otros aspectos.

En este sentido la EEA Valle Inferior, llevó adelante un ensayo donde se evaluó la producción de biomasa de la remolacha forrajera. El cultivar evaluado fue Gitty del semillero KWS Argentina S.A. con diferentes dosis de fertilización nitrogenada y distribución espacial de siembra. Las dosis de nitrógeno (N) utilizadas fueron 0, 50, 100, 200 y 400 kg/ha en forma de UREA. La siembra se realizó a una cara excepto en la de 200 N, en la cual también se probó a dos caras del surco distanciados a 80 cm entre si. La fecha de siembra fue el 23/11/17 y la de cosecha el 01/07/2018.

La producción del cultivo de remolacha genera altos rendimientos que mejoran los esperados de los cultivos tradicionales, obteniéndose valores que superan los 88.000 kg/ha de Materia Verde (MV), lo cual expresado en Materia Seca (MS) equivale a 17,5 t MS/ha por hectárea a partir del tratamiento de 100 N. En el de 200 N se obtuvo un 40% más de rendimiento en las parcelas que estaban sembradas a dos caras del surco (160.000 kg MV/ha o 27,5 TMS/ha). En el caso de las de 400 N no se evidencio mejor aprovechamiento por parte del cultivo debido a que el rinde fue similar, mientras que en aquellas que la fertilización fue menor y en el testigo sin fertilizar, los rendimientos no alcanzaron los 50.000 kg/ha MV o 10 t MS/ha.

Paralelamente se está realizando el seguimiento del consumo y la ganancia de peso de un lote de terneras de recría en un establecimiento privado. En el mes de julio se inició el pastoreo directo del cultivo, el cual había sido sembrado bajo las mismas condiciones y la misma fecha de siembra que las parcelas experimentales, a una cara por surco con una dosis de fertilización de 200 N. El manejo del pastoreo requiere cuidados especiales y un acostumbramiento previo más extenso que cuando se incorporan granos de cereales. Se está trabajando sobre estos aspectos para poder brindar mayor información al sistema productivo.

Estos resultados son alentadores porque representan una alternativa a la suplementación energética. Por otro lado, este equipo de trabajo considera necesario continuar con el estudio de la especie para conocer de manera más precisa su comportamiento productivo, este año se pretende aumentar la superficie bajo evaluación a fin de conocer otros aspectos del cultivo.

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