Tipo de cambio flotante, pero no tanto

Desde la doctrina, el precio lo fija el juego de la oferta y la demanda. Pero cuando el dólar se acelera el libreto queda de lado.

Los manuales de economía definen al “tipo de cambio flotante” como el régimen cambiario en el que el valor de la moneda es fijado por el mercado sin intervención de las autoridades monetarias.

Es la misma definición que le gusta dar al equipo económico del gobierno, y al presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger. En la visión de quienes conducen la economía nacional, es el libre juego de la oferta y la demanda quien fija el precio de la divisa norteamericana. Un postulado romántico y apegado a los fundamentos del libre cambio, pero que guarda escasa relación con la operatoria habitual en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).

En efecto, por fuera del discurso, a la máxima autoridad monetaria no le ha temblado el pulso a la hora de intervenir en el MULC durante el último semestre, cuando la cotización del dólar se aceleró demasiado, en base a los parámetros de política económica establecidos por el gobierno.

Puntualmente, hubo dos momentos en los que el BCRA tuvo que “salir a vender” con fuerza, para evitar que el crecimiento de la demanda significara una brusca devaluación.

El primero de ellos fue en el mes previo a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso). La incertidumbre acerca de la performance del oficialismo en las legislativas, hizo que muchos inversores decidieran tomar posiciones en billete verde, llevando la cotización de los $ 16,9 que registraba el último día hábil de junio, hasta los $ 18 en la semana previa a los comicios. En ese lapso, y para evitar que el salto del tipo de cambio fuera aún mayor, el BCRA intervino en el mercado vendiendo reservas por u$s 2.000 millones.

El segundo momento, fueron los primeros diez días del presente mes de marzo. Iniciando el tercer mes del año, el dólar alcanzó la cotización récord de $ 20,69 el jueves 8, ostentando una suba del 10,3% en poco más de 60 días. Fue cuando el BCRA decidió nuevamente intervenir en el MULC, vendiendo reservas nuevamente para evitar la disparada en la cotización. En esta ocasión, la autoridad monetaria ofreció otros u$s 500 millones, y logró estabilizar el precio en torno a los $ 20,60.

La presión sobre el precio del dólar es estructural, y difícilmente se resuelva con este tipo de intervenciones puntuales. Si se considera el tipo de cambio real, la cotización actual equivale a $ 0,70 a precios del 2001, cuando aun regía el 1 a 1. Por tal motivo, (el dólar sigue barato), es de esperar que la demanda siga creciendo, sea para turismo, para compras en el exterior, para atesoramiento o por decisiones de cartera. En vista de la política descripta, es de esperar por lo tanto, que el BCRA vuelva a intervenir en el median plazo.

El costo de dichas intervenciones ya es demasiado alto. Los u$s 2.500 millones erogados entre agosto y marzo para evitar la disparada del dólar, equivalen al tipo de cambio actual ($ 20,48) a $ 51.200 millones. Es exactamente la mitad de lo que el Estado Nacional pretende ahorrar con la reforma previsional aprobada en diciembre último.

Datos

Datos

$ 51.200
Millones a los que equivalen los u$s 2.500 millones de reservas vendidos por el BCRA para frenar la suba del dólar.
$ 0,70
El tipo de cambio real a valores del 2001 cuando todavía regía el 1 a 1.
9,8%
El incremento en la cotización del dólar desde el 1 de enero. La semana cerró en $ 20,60.

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