Puñalada y silencio

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un episodio ocurrido a última hora del miércoles pasado, frente a un colegio secundario de Bariloche, un joven de 23 años recibió una puñalada que le perforó un pulmón. El chico debió ser internado de urgencia en el hospital público de esta ciudad. El hecho se produjo en el exterior del establecimiento CEM 105, ubicado en la esquina de Anasagasti y Beschtedt, en el marco de una pelea callejera que habría sido consecuencia de anteriores enfrentamientos entre dos grupos rivales. La víctima es un jovencito identificado como Daniel Mansilla. Según informaron, recibió varias lesiones en la riña y una de ellas le habría perforado un pulmón, lo que obligó a que le realizaran una intervención quirúrgica. El violento choque entre los grupos comenzó con una discusión que se fue elevando de tono, hasta que pasó al plano de la agresión física, en la que Mansilla llevó la peor parte cuando cayó al suelo y recibió golpes de puño, puntapiés y, finalmente la puñalada que puso en peligro su vida. Los agresores todavía no fueron identificados pero las autoridades entienden que no cabe duda de que tanto la víctima como sus acompañantes saben de quiénes se trata y prefieren callarlo.


SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un episodio ocurrido a última hora del miércoles pasado, frente a un colegio secundario de Bariloche, un joven de 23 años recibió una puñalada que le perforó un pulmón. El chico debió ser internado de urgencia en el hospital público de esta ciudad. El hecho se produjo en el exterior del establecimiento CEM 105, ubicado en la esquina de Anasagasti y Beschtedt, en el marco de una pelea callejera que habría sido consecuencia de anteriores enfrentamientos entre dos grupos rivales. La víctima es un jovencito identificado como Daniel Mansilla. Según informaron, recibió varias lesiones en la riña y una de ellas le habría perforado un pulmón, lo que obligó a que le realizaran una intervención quirúrgica. El violento choque entre los grupos comenzó con una discusión que se fue elevando de tono, hasta que pasó al plano de la agresión física, en la que Mansilla llevó la peor parte cuando cayó al suelo y recibió golpes de puño, puntapiés y, finalmente la puñalada que puso en peligro su vida. Los agresores todavía no fueron identificados pero las autoridades entienden que no cabe duda de que tanto la víctima como sus acompañantes saben de quiénes se trata y prefieren callarlo.

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