Que devuelvan la entrada
La semana en Roca
El Mundial de Corea y Japón ya es sinónimo de adrenalina y durante este mes en Argentina no se hablará de otra cosa que no sea fútbol. Entonces, para qué ir en contra de los gustos del lector. Hablaremos de fútbol.
Antes que nada, hay que situarse en tiempo y espacio físico. Martes de la semana pasada, desde las 20. El estadio: Sarmiento casi Mitre. Dos equipos (en la jerga algunos los llaman oficialismo y oposición), cuatro jugadores por bando, aunque uno de ellos -el experimentado Raúl Abaca- también juega de árbitro, situación que «de movida» no habla bien de ese principio llamado imparcialidad.
El torneo se juega desde el 1 de marzo hasta la última semana de diciembre. Las fechas están fijadas cada dos martes, pero no siempre están dadas «las condiciones» y debe suspenderse el encuentro. El partido del martes era clave, especial. Ese al que muchos les gustaría jugar. Debía definirse la situación de Cinthya Hernández, que juega para la Alianza en el Concejo pero al mismo tiempo está a préstamo en Transcomahue, luego de una decisión tomada por «el dueño del club».
Como en todo desafío, los que llevan años jugando en primera entraron a la cancha tranquilos. Otros se mostraban nerviosos, casi como deseando que el pitazo final llegara antes que el arranque del partido. Para colmo, en las tribunas había más público que el habitual. La mayoría con colores de la Alianza, que llegaron para ver cómo su equipo «zafaba de la marca a presión» que PJ y MPP prometieron en la previa.
No había pasado un minuto de juego cuando la oposición motivó la primera emoción de la noche. Alejandro Gorsky «tiró el achique» al mejor estilo de los equipos dirigidos por Menotti, levantó su mano y pidió invalidar la posición de Abaca, que estaba en «off side» según su visión. Ocurre que estaba suplantando a Ricardo Sarandría, capitán del equipo Poder Ejecutivo.
Sin embargo, pareció que «el asistente estaba pintado» como en la propaganda de la AFJP y el juego siguió como si nada.
Luego de varios minutos intrascendentes, llegó el instante clave. Gorsky y Mary Mancini cruzaron en el área a Hernández.
La habilidad de la principal jugadora de la Alianza la había llevado a ser contratada por Transcomahue, ese equipo que es como Rácing: un club que con un poco de capital de la época de entidad civil pasó a manos de Blanquiceleste S.A. y ahora se maneja como una sociedad anónima. El préstamo no es bien visto en «el ambiente» (falta de ética para con los «socios» que permiten pagar los sueldos de los equipos del Concejo) y desde la oposición la derribaron en el área.
No había lugar a dudas: penal y definición del caso. Como siempre que se cobra la pena máxima, hubo discusión. «Que hubo falta de la oposición, que primero hubo falta de Hernández y el juego debió ser parado antes, etc, etc».
Sin embargo, todavía había tiempo para sorpresas. Emulando al árbitro retirado «Pancho» Lamolina, Abaca soltó un «siga, siga». No quiso que el partido se le vaya de las manos y en esos casos se sabe que el mejor recurso es decir «acá no ha pasado nada».
Entonces el partido siguió, pero los jugadores habían gastado todas sus energías en la anterior jugada y todo terminó en un amargo 0 a 0.
El jueves Hernández se presentó ante el «comité de disciplina», anunció que jugará para el Concejo sólo por amor a la camiseta y decidió -sin ser parte de la comisión directiva del club- que los 1.000 pesos que cobraba sean «donados» a escuelas y necesitados.
En fin, hasta aquí la descripción en lenguaje «de cancha» para acompañar la pasión mundialista.
El análisis para los concejales roquenses podría alcanzar otro tenor en virtud de la carencia de seriedad demostrada el martes para resolver un tema tan importante como la existencia o no de incompatibilidad de cargos por parte de un miembro del cuerpo.
Seguramente en poco tiempo habrá otra oportunidad para escucharlos debatir dentro de los canales legales, como deberían hacerlo siempre.
Para que no ocurra de nuevo lo del martes pasado, cuando dieron ganas de pedir «que devuelvan la entrada».
Hugo Alonso
halonso@rionegro.com.ar
El Mundial de Corea y Japón ya es sinónimo de adrenalina y durante este mes en Argentina no se hablará de otra cosa que no sea fútbol. Entonces, para qué ir en contra de los gustos del lector. Hablaremos de fútbol.
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