¡Qué dulce estás!
Bou clavó otro triplete, Milito marcó el suyo y Racing disfrutó en la Copa.
Con algo más de sufrimiento que la semana pasada y durante un cotejo bárbaro, repleto de situaciones de peligro y con un Gustavo Bou en llamas, Racing goleó a Guaraní de Paraguay, por 4-1, y confirmó su liderazgo en la zona 8 de la Copa Libertadores. Otra vez los encargados de poner en estado de fiesta a los hinchas académicos fueron Bou, con otro triplete para la historia (luego del concretado en el 5-0 de Venezuela), y Diego Milito, dupla incontenible del campeón argentino. Interesante primer tiempo brindaron en un estadio repleto, extasiado por recibir el torneo continental después de 12 años. Racing lo buscó por todas las vías y Guaraní, con un delantero y varios volantes con llegada, pisó mucho el área del local. Por eso es que fueron 45 minutos de ida y vuelta, con emociones y un grito sagrado que llegó sobre el final, cuando estaban por retirarse a los vestuarios. La Academia, como tantas veces, tuvo en sus hombres de punta a lo mejor de la etapa. En realidad fue Washington Camacho el futbolista más incisivo del equipo de Cocca. Por izquierda, el uruguayo generó situaciones de peligro, como un bombazo a los 4’ que despejó el arquero Alfredo Aguilar; un disparo a los 14’ que se fue cerca; un centro rasante a los 21’ que no alcanzó a empujar Bou; y una buena combinación sobre los 30’ que no terminó en gol porque increíblemente el gran Milito tiró la pelota a las nubes. Los paraguayos no se quedaron atrás y, de contra, pusieron en aprietos con varias llegadas a la defensa académica. Claro, los disparos de Federico Santander y Julián Benítez siempre tuvieron una coordenada diferente a la del arco de Sebastián Saja. Era una “picardía” que un PT tan bueno terminara 0-0, y de eso se encargaron Bou y Aguilar: sobre los 43’, Lollo hizo un buen lanzamiento, Milito se movió a lo “europeo”, Bou pateó duro pero desde muy lejos, y al arquero se le escurrió la redonda. Explosión y alivio en el Cilindro. Gol 100 de Racing en la Copa. El inicio del complemento fue como en el final, con un estallido de alegría. A los 2’, Lollo envió un largo envío, Camacho controló como los dioses, entrando al área, y cedió para que Milito marque su segundo tanto en esta Libertadores. Racing generó muchas situaciones de peligro, porque tuvo facilidad y porque cuenta con muy buenos futbolistas de ataque. Pero falló, por exceso de generosidad o por carencia de puntería. Santander, un “ex” de esos bien silbados, primero erró de manera casi inconcebible cara a cara con el Chino Saja y después definió bárbaro, a los 19’, para ponerle algo de suspenso a un partido adrenalítico. A esa altura, Bou había desperdiciado un mano a mano y después tuvo otras dos chances, que él mismo se generó y falló. Guaraní dejaba en claro que aunque la historia le daba la espalda a nivel continental (suma 11 años sin ganar en la Libertadores), no iba a bajar los brazos. Claro, la Academia es letal de contra y así liquidó a un rival que en el final no tuvo otra que resignarse. Sobre los 24’, Brian Fernández le cedió el gol a Bou y el segundo triplete personal del entrerriano en la Libertadores cayó tres minutos más tarde, cuando el estadio era una fiesta total.
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