¿Qué es hipócrita al escribir su historia?

– ¿Qué es hipócrita a la hora de hacer historia sobre Rosas?

– Es hipócrita achacarle que no fuera democrático cuando en ese tiempo no había democracia en ningún lugar del mundo. También es hipócrita que se le reproche tan excesivamente su tendencia a la violencia, cuando Rosas se mueve en un tiempo realmente feroz…

– En su libro «La sangre derramada», José Pablo Feinmann le acredita a Rosas haber instaurado el concepto de «enemigo interno» como factor de cohesión de su poder. Advierte que esto derivó en una disyuntiva: unos debían vivir, otros morir. ¿No cree que esta concepción de «enemigos internos» estaba ya implícita en el Plan de Operaciones de Mariano Moreno, 30 años antes de Rosas.

– Ustedes hacen una observación muy atinada…Sí, sí, en los inicios mismos de la Revolución de Mayo, Moreno plantea la necesidad de controlar el quintacolumnismo -o sea los enemigos de la revolución que considera agazapados-, la plantea como una respuesta importante para consolidar el frente interno en función de la lucha contra el enemigo exterior, España. En cierta medida hay que entender a Rosas…a lo largo de sus mandatos tuvo seis conflictos armados con naciones extranjeras: dos con Francia, uno con Inglaterra, otro permanente con la Banda Oriental, otro con la Confederación Peruano – Boliviana y el que mantuvo con Brasil, país al que se alió Urquiza para derrotar a Rosas. En consecuencia era dable que estuviera preocupado por el frente interno. Cabe aceptar -por supuesto- que Rosas no le hacía asco a justificar vía el conflicto exterior, su mano dura hacia adentro.

– ¿Con qué se corresponde desde el campo unitario, la ferocidad de «La Mazorca»?

– Son tiempos violentos en extremo…

– De «violín y violón», como se designaba al degüello.

– Sí, sí…El «Manco» Paz hace fusilar y degollar a cientos de federales en la sierras de Córdoba…Ramón Deheza asesina a todos los prisioneros de la batalla de La Tablada. Gregorio Aráoz de La Madrid, mientras fue unitario, detiene a la madre de Facundo Quiroga, de 70 años, y le cuelga una pesada cadena de hierro con la cual la manda al exilio a Chile…Todos matan de una forma u otra. Como lo digo en el libro, «no se trata de justificar conductas bárbaras de Rosas, sino de contextualizarlas en relación con las circunstancias, sin ignorar los crímenes de sus enemigos»…Este es el gran dilema sobre Rosas y su tiempo de violencia…


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