“Que no se acallen”
Que no se acallen las voces, que hasta el cielo lleguen a Verónica, Paula y María Emilia, que nos están mirando con sus ojos celestes. Ellas saben que no se olvidan sus padres y sin descanso actúan, y el silencio de las madres, con la fuerza de sus rezos, entrelaza sus manos crispadas. No existe el desaliento y sí hay esperanzas, continuando las marchas, con sus pedidos que son semblanza. El pregón y la distancia y la lucha en la instancia, alentar a los hombres que investigan, y la memoria infinita de las chicas sea una luz en sus conciencias. Horacio Héctor Camarero LE 5.427.964 Cipolletti
Horacio Héctor Camarero LE 5.427.964 Cipolletti
Que no se acallen las voces, que hasta el cielo lleguen a Verónica, Paula y María Emilia, que nos están mirando con sus ojos celestes. Ellas saben que no se olvidan sus padres y sin descanso actúan, y el silencio de las madres, con la fuerza de sus rezos, entrelaza sus manos crispadas. No existe el desaliento y sí hay esperanzas, continuando las marchas, con sus pedidos que son semblanza. El pregón y la distancia y la lucha en la instancia, alentar a los hombres que investigan, y la memoria infinita de las chicas sea una luz en sus conciencias. Horacio Héctor Camarero LE 5.427.964 Cipolletti
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