Que no te vean llegar

Daniel Scioli y Florencio Randazzo se perfilan como los principales competidores del FpV. Hubo cruces que buscan moderar. El ministro insiste en sincerar y debatir en defensa del "proyecto". Cristina juega al misterio y no se termina de inclinar por ninguno de los dos. En Ezeiza los juntó.

Redacción

Por Redacción

DE DOMINGO A DOMINGO

Ni buenos ni malos. «No seas demasiado engreído, que nunca te vean llegar», musita un dirigente que juega por dentro del Frente para la Victoria (no como Sergio Massa o Eduardo Duhalde, agrega incorregible) y se prepara para definir el presidenciable del peronismo entre Daniel Scioli y Florencio Randazzo.

La alusión a los consejos que da Al Pacino en la película «El abogado del diablo», a cinco meses de las PASO, se da en un contexto en el que la conductora del kirchnerismo, Cristina Fernández, omite señalamientos expresos y plantea que el desafío es dar continuidad al «proyecto». Además de que, tras los cruces mediáticos entre Scioli (éste por interpósitas personas) y Randazzo, lo sentó al primero a su derecha y al segundo a su izquierda en el acto de incorporación de un Airbus a Aerolíneas Argentinas.

Hay ebullición en el peronismo gobernante. Se le reconocen «posibilidades serias» a Mauricio Macri para «encaramarse como la única oposición». Sobre la sucesión de Cristina, los más prudentes aconsejan no tener pronunciamientos «prematuros, con tanta antelación, en un país en extremo cambiante».

«Una segunda vuelta tornaría inestable la situación, pero ella (por Cristina) va a jugar a ganar en la primera. Ha empezado a recuperar imagen a partir del fallo del juez (Daniel) Rafecas y los fundamentos políticos expuestos en la asamblea legislativa», explica un pampeano que coquetea con Scioli, no le baja el precio a Randazzo y refuerza la idea de que Cristina «no irá a cuarteles de invierno».

Intendentes y sindicalistas le demandaron a Randazzo «no ser tan agresivo» con «el compañero» Scioli. Uno de ellos, en diálogo con «Río Negro», dijo que apoyaba al ministro de Transporte, pero que sus declaraciones habían sido negativas. Parafraseó a Perón: «Lo nuestro es sumar y multiplicar, nunca restar y dividir». No obstante, reconoció que hasta las PASO seguirán cayendo algunos cascotes y que después habrá disciplina en el movimiento.

«Son fuegos de artificio que potenciarán la interna del FpV y al postulante triunfador, que deberá mantener subsidios, asignaciones, planes sociales y de vivienda, el trabajo, apoyado con un núcleo duro que supera el 30%. Deberán ir bajándose aspirantes y quedar los dos más fuertes, Scioli y Randazzo. Cristina no cometerá el error de pronunciarse por ninguno, como hizo Macri con (Horacio) Rodríguez Larreta en la capital federal», apostó otro patagónico que pretende una gobernación.

Los voceros de Randazzo explican que su propósito no es ofender a Scioli sino describir hechos objetivos, como viene haciendo hace unos años, cuando no soñaba con la Casa Rosada. Oriundo de Chivilcoy, rescata su militancia juvenil y reniega de los hipócritas. Por eso reprocha al excampeón de motonáutica promocionar con publicidad la Expoagro de «Clarín», después del maltrato que hace el multimedios a la presidenta.

«Hay que sincerarse y dar el debate, no ocultar nada. Florencio no es informante de la Embajada (de Estados Unidos) y durante el conflicto con el campo representó a los Kirchner ante la mesa de enlace. No tiene doble discurso. Siempre es frontal», explica un portavoz.

Randazzo no ataca a Scioli, pero le reclama que se expida sobre la ley de Medios, tema urticante si los hay para los K.

Scioli se pasea con la flor y nata del peronismo. Un frente de trabajadores industriales encabezado por Antonio Caló y Ricardo Pignanelli le transmitió apoyo y prometió encolumnar más adelante a la CGT. Randazzo no se amilana. Está juntando adhesiones de varios gremios y trata de ponerse bajo el ala de Cristina: «Es la gran electora, nadie la puede condicionar», dice en obvio tono crítico a lo dicho por el gobernador de Mendoza «Paco» Pérez, quien afirmó que Scioli «será candidato con o sin Cristina».

Randazzo asegura que él y no Scioli representa a una política independiente de los grandes grupos empresarios y económicos. Y acota: mucho menos encararán ese papel Macri o Massa, al que observa apichonado. En su plan de acción está captar voluntades socialistas y radicales.

Entre los interrogantes futuros uno es clave, por el rol que les asigna Cristina: ¿cómo se pararán los jóvenes de La Cámpora y los miembros de las organizaciones sociales? Esperan la señal de «la jefa»… también los mensajes directos (verbales, por texto o whatsapps) tanto de Scioli como de Randazzo.

ARNALDO PAGANETTI

arnaldopaganetti@rionegro.com.ar


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