Qué se opina en la región de la crisis educativa

Varias posturas coinciden en que tanto el gobierno como el gremio "no saben negociar". Criticaron a los dos sectores y exigen compromiso.

Un replanteo de las negociaciones por parte del gobierno provincial y del gremio Unter reclaman referentes de la comunidad rionegrina en pos de destrabar el actual conflicto docente. «Ambas partes, la ministra Mázzaro y la conducción sindical, no saben negociar», coincidieron en opinar los consultados por este diario, quienes no ahorraron críticas tanto a uno como otro sector en pugna, y exigieron a la dirigencia regional no desentenderse de esta crisis educativa tal como lo viene haciendo hasta ahora.

Economistas, jueces, religiosos, dirigentes, entre otros, señalaron que «no hay alternativas de solución» tal como está planteado el problema.

La preocupación frente al profunda crisis educativa es palpable en casi todos los segmentos sociales, quedó demostrado tras el sondeo. Solo el empresariado barilochense prefirió mantener una actitud prescindente frente al conflicto, evitando tomar una postura ante las consultas realizadas por este medio.

• Monseñor Pedro Pozzi, de Roca, considera que «todos tienen que renunciar a algo para lograr un resultado eficaz. El reclamo de los docentes es justo y serio pero tienen que buscar alguna otra manera para protestar sin renunciar a su reclamo. La metodología actual está agotada. Por otro lado, el gobierno provincial debiera hablar menos para así hacer más y dejar de atacar y agredir al gremio. Debe deponer sus actitudes de soberbia. También se observa en las dos partes del conflicto -que comparten culpas en la actual crisis- posiciones irreductibles. Y ésto no es lo mejor. La Unter tiene una actitud dialogante, pero inflexible, donde retiene la enseñanza. El gobierno, paralelamente, no propone nada. Ambos aportan así más incertidumbre a la que ya padece la gente desde hace muchísimo tiempo, con intensidad. Nadie vive en paz, de este modo».

• Osvaldo Ramos, presidente del Consejo Pastoral de Roca y Pastor de la Iglesia Evangélica Pentecostal Argentina.- «La preocupación en nuestra iglesia es tal, que tuvimos que abordar el tema en la última reunión del Consejo Pastoral, que agrupa a todas las iglesias evangelistas de Roca. Los fieles piden que los chicos vuelvan a las clases, pero son concientes de que antes el problema salarial de los docentes y del estado de las escuelas debe solucionarse. Desde nuestra iglesia estamos viendo cómo participar, aunque en un grado muy menor, de un intento de empezar a solucionar el tema y ayudar a escuelas que hoy no tienen ni tizas».

• Anahí Tappatá, economista.- «El conflicto ha llegado a un punto límite, después de años de deficiencias enormes en el servicio educativo, como el de tantos que ofrece el Estado rionegrino. Con la imposibilidad muy grande de cumplir con los deberes fiscales desde el «92, la crisis de ahora entró en un callejón sin salida. Se impone, entonces, un replanteo de ambas partes. El gobierno solo puede desvestir un santo para vestir a otro. El tema es: ¿a qué santo desvestir? La respuesta indica la prioridad que Verani decide según su política de gasto. Queda claro que la Educación no ranquea en sus objetivos de gobierno. Es obvio que ésto no se resuelve con voluntarismo. La dirigencia tiene más responsabilidades que las personas comunes para imaginar alternativas. Tanto el gremio como esta administración tienen responsabilidades de haber llegado a este punto de no retorno, porque no actuaron preventivamente. Además, me parece, Unter quemó de entrada todas las naves. No fue lo más óptimo tal decisión: ahora queda demostrado».

Situaciones no deseadas

• Jorge Bollero, juez de Faltas de Viedma, cree «como padre, ciudadano y vecino que indudablemente se trata de una crisis que está demostrando una irresponsabilidad del Estado para garantizar la Educación de acuerdo a la Constitución. Este desgaste hace que se haya perdido la confianza de los interlocutores del gremio y del gobierno y provoca situaciones no deseadas. Esta crisis nos permitió llegar al momento de la verdad, con los desaciertos que se cometieron, y con los gastos de la Legislatura nos damos cuenta que en estos años no se hicieron los ahorros en cuestiones estructurales. También se podrían haber ahorrado partidas pensando prioritariamente si se justifican algunas empresas del Estado».

«¿La solución? «Noté ya mucho cansancio de parte de los padres en las asambleas hay que buscar algunos mecanismos para permitir el contacto con los docentes, si no quieren hacerlo en los establecimientos, se puede hacer en otros lugares».

• La integrante de la barilochense «Comunidad del Limay» Mariana Rosenthal advirtió que «la crisis educativa forma parte de una gran crisis general y dentro del nivel de corrupción que tiene este sistema no tiene solución». Compartió con su par José Games la idea de que la paralización de la educación «obedece a un plan sistemático de destrucción de la cultura mediante el desmantelamiento de las instituciones del Estado».

Un vecino y la Justicia

• Manuel San Martín, dirigente vecinalista cipoleño. «Todos los padres tenemos una gran inquietud, porque sin educación no hay Nación, no hay porvenir. Debe haber clases, porque la escuela y el colegio significan, aparte de lo cultural-educativo, una contención, en especial para muchos adolescentes. Funcionarios nacionales dijeron que la plata para el sector se mandó a la provincia. Se debe haber usado para otra cosa. Como dice la Constitución, el gobierno debe hacer lo imposible para garantizar la educación, al igual que la salud, la seguridad, la justicia. Y todos tienen que poner su grano de arena para salir de este estancamiento en que están las negociaciones entre las partes».

• Edgardo Camperi, camarista en Bariloche, consideró que la judicialización de la crisis educativa -materializada a través de los amparos presentados en distintos juzgados- tampoco ofrece alternativas viables a un conflicto cuya solución «debe darla una política con mayúsculas». El juez, integrante de la Cámara Civil de Apelaciones, manifestó su profunda preocupación como ciudadano por «una crisis que parece insoluble» al tiempo que evaluó que «falta imaginación y alternativas sobre la mesa para destrabar un conflicto en el que las posturas están muy radicalizadas».

Para Bustamante es una cuestión de la comunidad

• El juez de Instrucción de Viedma, Jorge Bustamante, también dio su visión de la crisis.

«Nuestra Constitución dice que la Educación es un instrumento eficiente para la liberación, la democracia y el alienable respeto por los derechos y obligaciones del hombre». El mandato constitucional es claro, tanto que fija su contenido político-social, y se refiere a la educación como un instrumento eficiente». La falta de educación hizo y hará que se reiteren conductas perversas perjudiciales a los intereses de las mayorías nacionales. La falta de educación trae desconocimiento, desinterés, falta de identidad, falta de solidaridad». ¿Una salida? «Centrar la discusión entre docentes y padres es quedarse en la pequeña discusión. Deberá la comunidad educativa con una visión más amplia, encontrar los métodos para la aplicación de la norma constitucional».

• El presidente de la junta vecinal Los Coihues, de Bariloche, Oscar Zamora, consideró que el nivel de deterioro alcanzado por el sistema educativo es «el arrastre de una administración desastrosa».

«Nada de predisposición»

• Roberto Fieg, titular de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de Roca no ve «que la sociedad toda tome conciencia de la actual crisis educativa», al tiempo que reconoce que la CAIC no ha tratado la cuestión de modo formal. A título personal sostuvo que «acá lo que fallan son los interlocutores del conflicto y responsables, a la vez, de destrabarlo. Hay poca o nada de predisposición de ambas partes para diseñar una solución».

Tras aclarar que la organización a que pertenece se ha enfocado más en las dificultades del estudiante más que en la crisis gremial, informó que la CAIC iniciará una campaña para juntar, en días más, guardapolvos, útiles, zapatillas y abrigos.

• Miguel Abadovsky, presidente CIC. «De esta crisis se sale únicamente buscando consensos, porque la situación de caos es generalizada en todos los sectores. Hoy más que nunca hay que bajar los decibeles. Tenemos que trabajar todos juntos para salir adelante porque estamos todos mal, con serios problemas. Si no se hace así vamos a terminar en una anarquía. El tema educativo, como los demás, se puede llegar a solucionar si las partes trabajan en conjunto, y con ideas superadoras».

• Carlos Segovia, militante en derechos humanos. «En la crisis educativa el único responsable es el gobierno de la provincia, que debería prestarle la atención que ordena la Constitución y no desviar fondos para el clientelismo. El Estado provincial no puede renunciar a esta obligación».


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