“Que sea lo que Dios quiera”

La noche anterior, Facundo Cabral había contado 40 minutos de historia ante 5.000 espectadores que demostraron cuánto lo querían en Guatemala. El relato arrancó en su origen pobre y con una madre llena de amor. Habló de sus andanzas entre la compañía de Jorge Luis Borges, la Madre Teresa de Calcuta, San Francisco de Asís y muchas otras personalidades que lo influenciaron. Sólo un silencio respetuoso hubo durante la “conversación” de Cabral, matizada siempre de melodías. Arrancó aplausos e hizo reír, como cuando dijo: “Si tienes que cuidarla mucho todavía, no es tu mujer”. Cantó también “Cielito lindo”, tema del que, dijo, “no hay nada más bello que lo simple”. En su despedida del público dijo: “Ya le di las gracias a ustedes. Las daré en Quetzaltenango, y después que sea lo que Dios quiera, porque Él sabe lo que hace”. El último tema que cantó fue “No soy de aquí ni soy de allá”.


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