Central y Gimnasia juegan esta noche la final de la Copa Argentina

Para propios y extraños, la final de esta noche es muy especial. Desde las 21:10 en Mendoza, Rosario Central y Gimnasia de La Plata se verán las caras para definir al campeón de la Copa Argentina 2018.

En un país y en un fútbol tan exitista como el nuestro, no salir campeón es una pena que se agranda con el pasar de los años.

Canallas y Triperos buscarán ahogar esa angustia con un título importante, que no solo significaría cortar el maleficio, sino que clasificará al campeón a la próxima Libertadores.

Quien gane el título esta noche recordará la consagración por factores que contribuyen a tomarla como una gesta deportiva de estos tiempos.

Central dio su última vuelta en la elite del fútbol con la Conmebol de 1995, en la que revirtió un 0-4 ante Atlético Mineiro y ganó por penales. En el ámbito doméstico el festejo más reciente es del de 1987. Recién había vuelto a primera y escribió una de las páginas de gloria en su palmarés.

El club platense no tiene títulos ‘‘regulares’’ en primera. Si bien la Copa Centenario, en la que derrotó a River en la final, fue oficial, no cuenta en la estadística a la par del resto. Si gana esta noche cortará una historia entera de sequía en primera.

El camino. Rosario se cargó a su clásico rival, cuando superó a Newell’s en Sarandí y a puertas cerradas. Extendió la paternidad y hoy quiere sacarse la espina, esa que lo apunta con el dedo.

Por su parte, Gimnasia se llevó puestos a Boca y River en el mismo semestre en el que los equipos más grandes del fútbol nacional llegaron a la final de la Libertadores. Y lo hizo con armas nobles, pese a tener un plantel ampliamente inferior al de los rivales de turno.

En un momento complicado de la Superliga, con cuestionamientos al DT y los jugadores, el conjunto platense se las arregló para combinar virtud con fortuna en momentos límites y así llegar a la final.

Cuando se enfrentaron hace un par de meses en El Bosque repartieron puntos. Fue 1 a 1 con tantos de Leonardo Gil de tiro libre y Santiago Silva. Se trata de dos equipos parejos, que no han tenido regularidad los fines de semana por Superliga, pero cada vez que hubo un cruce de eliminación dieron la talla.

Esta noche, alguno cortará su larga racha en Mendoza y habrá éxtasis en azul y amarillo o en azul y blanco.

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