“Quiero justicia”

Señores jueces del nuevo Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, hace siete meses que estamos esperando una entrevista con ustedes solamente a fin de poder expresarnos con palabras, porque seguramente con todo lo escrito en la causa no lo hemos reflejado. Creemos merecer esa oportunidad para recordarle que somos los únicos extrabajadores del Estado de Río Negro a los que nos han confinado con el descuento de la emergencia al mayor genocidio, a todos los demás les fue devuelto y se agregó a su haber. Este grupo de trabajadores que se utilizó con la falacia de la reconversión del Estado solamente sirvió para arreglar los problemas de caja de algunos y los políticos de muchos, pero no es el caso que me ocupa en este momento. Señores jueces, es solamente que en esta dura y lamentable espera les quiero informar que desde septiembre de 1997, fecha en que comenzó su aplicación, hasta septiembre del 2011 fallecieron 653 compañeros de este beneficio del retiro voluntario del decreto de naturaleza legislativa 7/97. La presentación que realizamos para pedirles solamente la entrevista era para conocerlos y solicitar premura para impartir justicia o por lo menos que lo traten, cien compañeros más no cobrarán, dado que dejaron de sufrir viendo cómo se solucionaban los problemas de todos los demás y el nuestro no. Muchos de ellos quedaron en la mayor miseria conocida por estos lugares. Imaginen, señores jueces. Les comento uno de los tantos casos: un compañero con treinta y un años de antigüedad con un sueldo en actividad de 1.645 pesos fue pasado a retiro percibiendo a los sesenta días 405 pesos. Al igual que ahora no había adónde recurrir, todos se lavan las manos. Hoy este compañero cobraba 2.745 pesos por el paso a la Anses; digo “cobraba” dado que falleció atendido en el hospital público (muy bien) de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), adquirida ante esta situación dado que por su edad nunca consiguió un trabajo estable. Esto lo llevó a la desesperanza y luego a la muerte. Este compañero, padre de cuatro hijos y su esposa, fue un militante peronista al que por su militancia le dieron el beneficio del retiro. Integramos el conjunto de exempleados públicos que trabajamos para que el compañero Soria llegara a la Gobernación; él sabía del compromiso y de la lucha, pero nunca pudo superar la traición y lo llevó a dejar este mundo. Señores jueces, la única lucha que se pierde es la que se abandona y no tengo ganas de abandonarla, por todos mis compañeros muertos y por mi familia. Quiero justicia. Jorge O. Mosquera, DNI 10.976.244 Viedma

Jorge Omar Mosquera DNI 10.976.244 Viedma


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