Quito y Chola, amor en tiempos de soledad

El tiene 86 y ella 76. El 12 de marzo serán bendecidos en una ceremonia en Catriel.

CATRIEL (ACA).- Para ser feliz, sólo hay que estar dispuesto. Quito y Chola lo saben. A ambos los agobiaba la soledad, según cuentan, y fueron la paciencia y la esperanza quienes golpearon las puertas de sus corazones para entregarles el presente más caro, el amor. Y nacieron de nuevo.

Facundo «Quito» Alcaraz con sus 86 años y su historia de artista recorriendo ciudades, hoteles y cosechando aplausos y Haydee «Chola» Torres de 76, se pusieron de novios en enero de este año.

El 12 de marzo, Catriel será testigo de que el amor no sabe de edades ni de tiempos, simplemente llega y bendice, como la lluvia tardía.

Ese es el día que eligieron para empezar a transitar juntos el camino de la vida, y para ello le pidieron al sacerdote Temer Muckled que los bendiga.

«No es un casamiento, por que él es separado. Es simplemente una bendición», aclara Haydee. La fiesta será en el centro comunitario del barrio «Ciudad de Catriel».

«Yo creo mucho en Dios. Nosotros tenemos la creencia que en Navidad, cuando tocan los Bomberos, hay que pedir tres deseos. Esta navidad, yo le dije a Dios: Esta vez, sólo quiero darte las gracias, por que me diste todo. Me diste cuatro hijos, catorce nietos y diez bisnietos y puedo disfrutarlos. No quiero pedirte nada. Sólo quiero darte las gracias. A los siete días de esto, voy al hospital a buscar mis remedios y en la calle veo un señor que venía tratando de pasar entre los escombros. Fuí a ayudarlo para que no se vaya a golpear. Luego, como veníamos los dos para el mismo lado, lo acompañé. Le pregunté dónde vivía y me dijo 'en el Hogar de Ancianos', m sorprendió su sinceridad, aunque él insiste con la palabra pobre, que a mí no me gusta escucharle», cuenta Chola.

Facundo completa la historia: «Ella me ayudó y yo me preguntaba ¿Qué querrá esta señora? ¿Será que me va a pedir algo? Y trataba de que se vaya. Pero después me trató tan bien, y vi que no pretendía nada. Nos encontramos la segunda vez por que yo fuí al departamento de ella a agradecerle lo de ese día y me trató muy bien. Dejé pasar unos días, pues sentía que me pasaba algo con ella, y fui y le dije: Señora, no quiero faltarle el respeto y no quisiera hacer nada que pueda molestarla, porque usted no lo merece, pero debo decirle que me estoy enamorando de usted. Ahí, ella me dijo que la tomaba muy de sorpresa y que la dejara pensar y después aceptó. Tiempo después yo le dije, que no me gustaba esto de entrar a su casa e irme luego y que quería que vivamos juntos y ella aceptó», rememora Facundo.

«Estoy en las nubes. Parece que tuviera otra vez 25 ó 30 años. Yo creo que la vida es un carrito que hay que tirarlo de a dos. Este es un amor de otoño», dice Chola.

«Yo, mientras comía solo sobre mi mesa de luz, en el hogar, le preguntaba a Dios ¿Para qué me tenés acá encerrado y solo», dice Alcaraz y agrega «pero Dios me tenía guardada esta sorpresa.

 

Un guitarrista enamorado

 

Facundo Alcaraz es conocido en Catriel por su talento como guitarrista. Desde hace años enseña guitarra a chicos y adolescentes, pero sentía que era prisionero en su cuarto del Hogar de Ancianos.

Ella enseña tejido. Ese será su medio de vida, pues no aceptan ayuda de los hijos. «Ellos tienen sus propios problemas. Con lo que nosotros hacemos nos va a alcanzar», aclara enseguida Haydee.

Nadie podrá creerle. También dudaron del Jesús resucitado. Pero sólo hay que verlos para darse cuenta que es verdad.

El a los 86 y ella a los 76 lograron reeditar los tiempos de la juventud.

Es que la vejez es sólo una cuestión exterior. Es casi un chiste. Un irónico engaño a los ciegos del alma.


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