Ramos Mexía celebra hoy sus 129 años

José Mellado

RAMOS MEXÍA (AJ).- En el marco de la IV Fiesta Regional del Bajo, la pequeña localidad de Ministro Ramos Mexía celebra hoy los 129 años de vida. Según cuenta la historia esta pequeña localidad ubicada al este de la Región Sur rionegrina tuvo sus inicios en el siglo XIX con el asentamiento de integrantes de los pueblos originarios. Se dice que los primeros pobladores eran integrantes de la familia del cacique Chiquichano que estaban asentadas en la zona de “el bajo” rico valle regado por abundante agua. Hasta la llegada del ferrocarril, precisamente hace cien años, el pueblo se llamaba Pichi Malal, que en lengua originaria significa “corral chico”. En honor al Ministro Ramos Mexía que impulsó el tendido férreo al Nahuel Huapi, el 10 de noviembre de 1911 el pueblo tomó esa denominación mediante un decreto nacional. “Son varios los pueblos de la zona que tienen como fecha de su fundación el 10 de noviembre de 1911 que coincide con la llegada del ferrocarril acá. Pero los registros de la historia nos dicen que hace 129 años acá había una población” señala el intendente Javier Giménez. Hoy, esta comunidad en la que viven cerca de 1.000 habitantes se ve muy cambiada y con las mismas ganas de crecer de siempre, a pesar de la crisis que afecta a su principal economía, la ganadería. En los últimos años el pueblo ha sumado un cajero automático, asfalto, una nueva central telefónica, la sede virtual del a UNRN, la readecuación de la planta de gas y la red para llegar con este servicio a la mayoría de los vecinos y un cuartel de bomberos voluntarios. En ejecución están cinco viviendas de la Uocra, la nueva estación de servicios y la red de agua potable, obra que demandará una inversión de 1.500.000 pesos. “Nos faltan algunas cosas, como un nuevo hospital, pero hemos avanzado mucho. Queremos preparar a Ramos Mexía para que sea un prestador de servicio y a ‘Pichi Malal’ transformarla en una villa turística” agrega el intendente. Precisamente en este lugar, más conocido como la zona de “el bajo”, la familia Veggia explota el complejo Tunquelén, -“lugar de descanso” en lengua mapuche- un emprendimiento turístico muy particular, donde el visitante se siente como uno más de la familia. El paquete turístico, incluye la posibilidad de interactuar con animales de granja y de la fauna silvestre como guanacos, llamas, cabras, etc., cosechar verduras de una quinta orgánica, caminatas en las que se pueden apreciar pinturas rupestres, cementerios indígenas, vertiente de agua, las bombas del ferrocarril a vapor, el cañadón de las mil piedras, cabalgatas y viajes en vehículos 4×4 a la inmensurable Meseta de Somuncura.