Rechazo de los empresarios a cambios en Emprotur

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB) – Si algún día el proyecto de reforma del Emprotur que impulsa el radicalismo se convierte en ordenanza no será sin atravesar antes una discusión larga y traumática. Así parecen anticiparlo los gestos de disgusto que ya dejaron trascender varios empresarios turísticos.

En principio, aceptan la necesidad de hacer ciertos ajustes en el funcionamiento del ente de promoción turística, pero la idea de «refundarlo» les parece demasiado. Aún así, todas las fuentes consultadas aseguraron que todavía están estudiando la iniciativa y que «el diálogo formal con los concejales recién va a empezar en unos diez días».

El proyecto fue presentado hace alrededor de un mes con la firma de los seis concejales de la UCR. En lo esencial apunta a democratizar la gestión del Ente mediante la incorporación de nuevas entidades al directorio y la incorporación de una «asamblea anual de contribuyentes», cuya misión será la de evaluar la memoria y el balance del ejercicio anterior y también el plan de acciones y el presupuesto para el siguiente.

Actualmente el Emprotur se sostiene con una tasa que pagan las 3.900 habilitaciones comerciales de la ciudad. La recaudación logró un fuerte repunte y este año rondaría el millón de pesos. El directorio es mixto pero con presencia mayoría del sector privado, que desde hace años impone sus criterios en la acción promocional.

El presidente de la Cámara de Turismo, Ricardo Rimoldi, dijo que la implementación de la asamblea «es absurda e inviable». Consideró que la representatividad ya está garantizada con las cámaras e instituciones que participan del directorio, «como ocurre con el Ejecutivo y el Deliberante en el gobierno de la ciudad».

El actual presidente del Emprotur, Marcelo Corengia, señaló que las cámaras empresarias emitirán una postura común sobre el proyecto y esperan alcanzar un texto «consensuado» con los concejales.

No obstante, rechazó el concepto de dotar de más atribuciones a los representantes del Estado municipal en el directorio. «El político ve las cosas distintas porque cada 3 ó 4 años tiene que buscar el voto -analizó-. Hubo críticas por ejemplo cuando decidimos el viaje a la feria mundial de Londres, pero esa visión estratégica sólo la tiene el privado, que entiende la necesidad de instalarse en esos mercados en un proceso que lleva tiempo y no da resultados inmediatos».

Digna de especial atención será la actitud que asuma el Ejecutivo frente a la iniciativa. En principio el intendente Alberto Icare estaría de acuerdo con la gran mayoría de los cambios propuestos por su bloque de concejales. Pero el secretario de Turismo (y ex gerente del Emprotur), Guillermo Estévez, marcó de entrada sus diferencias.

«La convocatoria de una asamblea de contribuyentes no me parece que tenga demasiado sentido -opinó-. Hay que tener en cuenta que en lugar de enriquecer puede inmovilizar la actividad del ente».

Estévez dijo que el proyecto «es una gran oportunidad para avanzar y mejorar al Emprotur. No obstante se mostró contrario a garantizar un poder de «veto» sobre el plan de acción a los directores por el sector público.

Recordó que el «plan de competitividad» elaborado por una consultora catalana para Bariloche recomendó que el ente de promoción siga siendo mixto y conserve su condición de herramienta «dinámica, ejecutiva y altamente profesional».

Rimoldi, por su parte, aceptó que la Cámara de Turismo pierda su potestad de designar al presidente de Emprotur (según el proyecto se elegiría por voto mayoritario de los directores).

Pero sugirió «discutir la representatividad interna» en el directorio, ya que «no puede valer lo mismo el voto de la Cámara de Comercio, cuyos socios aportan el 65% de la recaudación del Ente, que el de cualquier otra entidad recién conformada que tiene unos pocos socios».

Otro interlocutor que vive de la actividad turística pero pidió reserva de su nombre sostuvo que la «reformulación es bienvenida» pero se opuso a cualquier pérdida de poder del sector privado en las decisiones del Emprotur, porque «quedó demostrado que cuando la promoción la manejaba el Estado fue muy ineficaz».

Más participación y control

Algunos de los cambios que el bloque radical pretende imponer en el Emprotur son los siguientes:

• Amplía el directorio del Ente llevando a diez el número de entidades representadas. Ingresarían la Asociación de Turismo Estudiantil, la empresarial del Cerro Catedral, el parque nacional Nahuel Huapi y los Propietarios y Armadores de Lagos Patagónicos.

• El Estado será representado por dos miembros del Concejo y dos del Ejecutivo municipal. Serán menos en número, pero tendrán poder de veto cuando se defina el plan de acciones y el presupuesto de recursos.

• Los directivos trabajarán ad honórem pero asumirán las mismas responsabilidades que cualquier funcionario público.

• El gerente ejecutivo del ente será designado por concurso.

• Los directores cesarán en sus funciones por diversas causas, entre ellas «cuando se verificara que usan a la institución para beneficio personal o de alguna empresa en particular».

• El Tribunal de Cuentas tendrá atribuciones para vigilar en detalle la administración del Emprotur y deberá realizar informes trimestrales sobre su funcionamiento.