Reclusión perpetua por torturar y matar a preso

BUENOS AIRES (Télam).- Un ex cabo de la policía bonaerense fue condenado ayer a reclusión perpetua por torturar hasta la muerte a un adolescente para que confesara ser el autor de un crimen, cuando estaba ilegalmente detenido en la seccional Primera de Morón en agosto de 1992.

La sentencia, dictada por la Sala II de la Cámara Criminal de Morón, alcanzó al ex suboficial Raúl Gastelú, quien fue penado en el tercer juicio que se realiza por las torturas seguidas de muerte contra Sergio Durán, ya que en los dos anteriores -en los que fueron condenados otros dos ex policías- él estaba prófugo de la Justicia.

Aún resta localizar a otros dos ex policías procesados en la misma causa y actualmente prófugos, Miguel Angel Rogido y Luis Alberto Farese.

Por el asesinato de Durán ya fueron condenados los ex efectivos de la bonaerense Jorge Ramón Fernández y Ramón Nicolosi, el primero en 1995 y el segundo en octubre del 2003.

A ese segundo juicio también habían llegado como acusados Gastelú y Rogido, aunque como ambos gozaban del beneficio de la excarcelación no se presentaron al debate y se ordenó su captura. Gastelú fue localizado y sometido al juicio que comenzó el martes pasado y finalizó ayer con su condena a reclusión perpetua.

 

Riesgo de fuga

El ex policía fue juzgado en una sala ubicada en el mismo penal donde está detenido, la Unidad 39, de Marcos Paz, para prevenir una posible fuga, ya que además de no haberse presentado al juicio del 2003, anteriormente había estado prófugo de la Justicia.

Durán, de 17 años y padre de un nene de dos, fue detenido ilegalmente en la comisaría Primera de Morón el 6 de agosto de 1992 acusado de robarle la cartera a la esposa de un efectivo, que años después murió.

La madre de la víctima relató en la causa que cuando fue a buscarlo a la seccional, el oficial Fernández -condenado a prisión perpetua en 1995- le pidió 600 pesos y le dijo que regresara a la mañana siguiente.

Luego de recorrer infructuosamente juzgados en busca de ayuda, la madre de chico regresó a la seccional al día siguiente, cuando le dijeron que su hijo había muerto a raíz de una descompensación.

Los restos de Durán fueron entregados a su familia en un cajón cerrado y gracias a la declaración de una periodista que se había enterado por un policía que el chico había muerto al ser torturado, se inició una causa en la que quedaron involucrados los efectivos.

Según las pericias médicas y el relato de detenidos de la comisaría, Durán fue torturado hasta la muerte en una oficina de esa seccional, donde fue sometido a sesiones de picana eléctrica y «submarino seco», además de haber sido brutalmente golpeado.

En los juicios anteriores quedó probado que Durán fue torturado para que aportara datos de su participación en un homicidio.