RECOMENDADO: Kodak EasyShare V610
Si prestamos atención al mercado de las cámaras digitales, encontraremos una clara división en dos grandes grupos. Por un lado están las ultracompactas, cuyo atractivo principal es su tamaño, pero que en consecuencia sacrifican algunas de las características del otro grupo, las semiprofesionales o profesionales, que sin importar sus dimensiones, ofrecen niveles de zoom asombrosos, lentes de gran angular, estabilización de imagen, conexión inalámbrica, etc.
El equilibrio es difícil de alcanzar, y la principal limitación es técnica. Sin embargo, Kodak ha logrado una combinación perfecta al utilizar en su V610 dos lentes que ofrecen un zoom óptico total de 10x en una cámara que puede llevarse en el bolsillo.
Los ojos del mundo
Como mencionamos, la solución para obtener un superzoom sin la necesidad de ampliar el tamaño de la cámara o recurrir a lentes retráctiles fue utilizar dos lentes de distinta distancia focal. El primero de los lentes va de los 38 a los 114 mm, y el segundo, de los 130 a los 380 mm. En esta especificación ya podemos encontrar el primer defecto de esta cámara. En el paso de un lente a otro hay una diferencia focal que produce un pequeño «salto» en el que no existe un nivel de zoom equivalente. En el uso hogareño es casi imperceptible, pero para un profesional o un aficionado ambicioso, esta variación puede resultar bastante molesta.
Al contrario de lo que podría sospecharse, el cambio de un lente a otro es interno (no gira la parte anterior) y automático. No existe manera de realizar un cambio rápido, sino que debemos esperar a que el primer lente llegue a su distancia focal (zoom) máxima para que se produzca el cambio.
Luego de superar estas pequeñas dificultades, nos encontramos con un resultado sorprendente. La cámara logra el nivel de acercamiento prometido sin perder calidad, y con una excelente compensación de la deformación de perspectiva que podría producir una lente de gran ángulo. Todo esto, en un tamaño y un diseño más que agradables.
Al igual que en toda la nueva línea de Kodak, se apuntó a un diseño simplista, con líneas rectas, botones de acceso directo para las funciones más importantes, y un pad de cuatro direcciones para el menú avanzado, además, por supuesto, de una pantalla gigante y que puede verse en cualquier ángulo y situación de luz. Aunque la cámara es un poco más pesada que sus pares, puede sostenerse fácilmente con una sola mano.
Calidad fotográfica
Lamentablemente, la cámara no posee estabilizador de imágenes (excepto en el modo de video), por lo que deberemos contar con pulso de relojero para evitar tomas «movidas». Esto es algo muy extraño para una cámara con un nivel de zoom de 10x.
Es digna de destacar la cantidad de modos de escena incluidos, aunque se lamenta la falta de opciones manuales. Por lo general, las fotografías obtenidas son muy buenas, con colores nítidos y bien diferenciados. El software interno incluye un modo de optimización de imágenes que funciona muy bien.
Si prestamos atención al mercado de las cámaras digitales, encontraremos una clara división en dos grandes grupos. Por un lado están las ultracompactas, cuyo atractivo principal es su tamaño, pero que en consecuencia sacrifican algunas de las características del otro grupo, las semiprofesionales o profesionales, que sin importar sus dimensiones, ofrecen niveles de zoom asombrosos, lentes de gran angular, estabilización de imagen, conexión inalámbrica, etc.
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