Recordaron a nena aplastada por una escultura en el Paseo de la Infanta

BUENOS AIRES (DyN).- Cerca de un centenar de personas participó ayer de un acto en el Paseo de la Infanta, en memoria de Marcela Iglesias, la nena de 6 años que murió en febrero de 1996 cuando una pesada escultura de hierro cayó sobre ella, y para reclamar justicia.

Durante la emotiva ceremonia, que se inició poco después de las 11, se colocó una placa recordatoria de bronce en el lugar de la tragedia y se depositó una ofrenda floral. Tras un prolongado silencio, los padres de Marcela, entre lágrimas, agradecieron a presencia de los asistentes y posteriormente leyeron una carta, dirigida a la Justicia, donde solicitan que la causa no quede impune.

Por otra parte, informaron que el primero de febrero presentaron un recurso especial ante la Corte Suprema de Justicia para que revea el caso y levante la prescripción de la causa, establecida a mediados de diciembre pasado.

«La emotiva reunión, a 10 años de la muerte de la nena, fue en reclamo de justicia», dijo uno de los familiares de Marcela.

Adhirieron autoridades del Consejo de Familiares del Programa Nacional de Anti-impunidad y de las Organizaciones No Gubernamentales (ong) Madres del Dolor, Asociación Miguel Bru, Amigos del Lago de Palermo, Por la Fuerza de Ezequiel y Padres de Keivis.

También familiares de víctimas de hechos delictivos como Rosa y Néstor Bru, Raquel y Jorge Witis, entre otros.

La consigna de la reunión fue por «Justicia para Marcela a 10 años de su muerte ocurrida en el Paseo de La Infanta».

La reunión se realizó ayer a la mañana en la esquina de la avenida Del Libertador y Freire, frente al lugar donde se produjo el accidente. El 5 de febrero de 1996, Marcela Iglesias, de 6 años, visitó con sus compañeros de colonia de veraneo los bosques de Palermo y cuando jugaba en el Paseo de La Infanta, en avenida del Libertador al 3800, una escultura de unos 270 kilos de hierro -que se exhibía en una explanada al aire libre y al que el público tenía acceso- cayó sobre ella matándola en forma instantánea.

En esa oportunidad otras dos nenas que jugaban con Marcela resultaron heridas de consideración por lo que debieron ser trasladas a un centro asistencial de la zona.

Pericias posteriores determinaron que la pesada escultura fue derribada por fuertes vientos que se registraron ese día en la zona y que alcanzaron hasta unos 24 kilómetros por hora. Los peritos también demostraron que la caída de la escultura se podría haberse evitado si esta hubiese estado debidamente soldada a la base.