recuperó su reinado

Si bien abandonó la final en Mendoza, Matías Rossi se quedó con el título del Super TC 2000. La gran ventaja que edificó fue decisiva. Ganó Canapino.

Fue tan buena su campaña, que hasta un sorpresivo abandono por problemas eléctricos en su auto no le impidió a Matías Rossi lograr su primer título en el Super TC 2000, que cumplió su penúltima fecha en el circuito de San Martín, en Mendoza. La prueba fue ganada por Agustín Canapino, quien antes había liderado la clasificación y se impuso por quinta vez en el Súper 8. En la final fue seguido de Emiliano Spataro y Facundo Ardusso. A pesar de la gran diferencia con la que llegó Rossi a suelo mendocino, fue una definición emotiva. No solo por sus lágrimas y su voz quebrada al saludar desde el podio aferrado a la copa de campeón como si fuera la primera vez, sino por como se dio la prueba en Mendoza. Porque luego del abandono a 10 vueltas del final se le cortó la respiración los integrantes del Toyota Team Argentina y hasta que la bandera a cuadros sentenciara en que lugar terminaría Pernía no había nada sellado. Cuando su Toyota Corolla quedó a la vera de la pista, el Granadero siguió cada vuelta desde uno de los taludes de tierra con los brazos en jarra. No sabía que con el cuarto lugar de su rival la consagración había llegado de la mano del equipo que conduce Gustavo Aznarez, como en el título de TC 2000 en 2011. Esa vez, al igual que ayer y en los otros dos títulos en 2006 y 2007 con Chevrolet, bajo la dirección de Darío Ramonda y Diego Bruna. La prueba fue de dominio absoluto de Canapino. Largó mejor que Rossi y salvo en los momentos en que su Chevrolet Cruze se puso difícil para manejar, donde lo obligó a bloquear en algunos sectores para no perder el control del auto, pudo evitar que tanto el Corolla como el Fluence de Spataro le robaran su liderazgo para encaminarse a la victoria y ganar todo lo que se disputó. Detrás suyo varias situaciones le dieron mayor emoción a esta definición, porque cuando venía con un buen ritmo un golpe dejó fuera de la prueba a José María López y porque Ardusso no desaprovechó la posibilidad de superar a Rossi cuando en el noveno giro notó que tenía auto para ir por el podio. Merece mención especial Leonel Pernía, quien no dio por tierra con sus posibilidades de postergar la consagración del Granadero hasta la última fecha e ir por el título que se le negara en 2012, batallando duro en el Súper 8 y en la final con todo lo que le entregó su Renault Fluence. También hubo puntos altos cuando Mariano Werner fue por Pernía en el intento de que el abandono tempranero de Rossi no lo perjudicara en la definición, como también la maniobra en la que Guillermo Ortelli superó al de Toyota para colaborar con la empresa de su compañero. El final decretó dos cosas que se grabarían a fuego en la historia de la categoría. Canapino volvió a demostrar que os Chevrolet del Equipo Pro Racing son los grandes animadores de la segunda mitad de la temporada, y que a Rossi le llegó el momento de la consagración.

victorias logró Matías Rossi en el actual certamen del Super TC 2000 con el Toyota Corolla. Venció en las pruebas de Rosario, San Juan, La Pampa y Junín, llegando a la prueba mendocina con gran ventaja.


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