2017 fue un año tinto para la vitivinicultura regional

Bodegueros lo atribuyen a un dólar poco favorable para exportar y a la suba de los costos de producción. Para palear la crisis, Río Negro y Neuquén apuestan este año a la calidad del producto.

Terruños que producen uvas, bebidas con personalidad, cortes en vinos de aromas extraños. Degustar los logros de las bodegas locales se incorporó desde hace años al lenguaje más popular de la región pero hoy el panorama se puso tinto. Los indicadores dicen que el 2017 registró el consumo más bajo de la historia y no se recupera, las exportaciones no acompañan y los costos embriagan el escenario.

En El Chañar, las bodegas activas son Schroeder, Fin del Mundo, NQN, Patritti y Secreto Patagónico y para algunos bodegueros locales, el año pasado los planetas se alinearon contra el negocio.

El presidente de la Cámara de Bodegueros de Neuquén y propietario de las Bodegas del Fin de Mundo, Julio Viola comentó que “la caída del consumo nos afectó seriamente. Si bien, toda la actividad agroindustrial sufrió mucho, la vitivinicultura tuvo el mercado muy restringido. A esto, en San Patricio del Chañar, hay que sumar una helada que hizo que la mayoría de las bodegas perdieran el 50% de su producción”.

Exportar, a su vez, también fue complicado con un dólar inquieto y por las nubes. Según el empresario, el valor real del dólar se acercó apenas un 10%, pero debería estar en el orden de los 24 pesos.

“En algunos periódicos especializados en economía, hablan de terminar el año con un dólar a 22 pesos, cuando tendría que estar en 26 o 28. Hablamos del valor del dólar malo, porque el país es caro para producir”, dijo y destacó que países vecinos como Chile y Uruguay tienen el dólar barato pero pusieron buenas condiciones para producir, cuando Argentina es lejos, el país más caro.

“Chile, por ejemplo, tiene una mano de obra un 20 o 30% más barata que la nuestra y no porque el obrero gane menos, si no porque el costo empresa es del 14% y acá estamos cerca del 50%”, dijo Viola.

Sello patagónico

En las ventas al extranjero, la mayoría de las empresas debieron modificar las líneas con las que venían trabajando porque debieron encarecer los vinos. En valor FOB, hubo un momento que la botella se podía vender a 2 dólares porque los costos daban pero hoy como mínimo tienen que venderlos a 3,5 dólares.

“Los mercados que se abrieron con un determinado dólar se pierden y hay que volver a presentarse con otros. Si no tengo firmados los tratados internacionales de exportación, es difícil competir”, dijo Viola.

El empresario dijo que la zona exporta a México con un 25% diferencial que Chile . “Mi vino va a salir 25% más y en Japón un 15% y así con la mayoría de los mercados. Ante esto, para pelear la venta, lo que tenemos es la calidad de los productos que hacen que estas desventajas se amortigüen un poco”, agregó. Para este año, el sector es optimista. Más no se puede caer en consumo y la cosecha viene bien. Si bien, los calores los tenían preocupados aseguraron que esperan buenos rindes.

El vino en números

“Lo que se busca en la mayoría de estas bodegas familiares, no es elaborar un millón de botellas, sino 200 mil con el doble de valor”.

Carlos Banacloy

director de Vitivinicultura de Río Negro

Con pocos volúmenes, Río Negro apuesta a la alta calidad

El norte de la Patagonia desde hace tiempo se convirtió en tierra de bodegas. La tradición vitivinícola en la provincia de Río Negro es centenaria, en Neuquén es más joven. Sin embargo, el Informe anual de cosecha y elaboración del Instituto nacional del Vino (INV) pone al frente en volúmenes producidos y elaborados a Neuquén.

Carlos Banacloy, director de Vitivinicultura de Río Negro explicó estas diferencias y dijo que se deben, sobre todo, a que en Neuquén la vitivinicultura tiene unos 13 años, con viñedos e una infraestructura nueva y en Río Negro ya cumplió más de 140 años. En ese contexto, gran parte de los viñedos son de los años 50 y no rinden tanto en volumen, pero sí en prestigio.

“No son de volumen si no de calidad diferencial”, dijo Banacloy y aseguró que queda demostrado en que el precio promedio FOB más alto del país, del año pasado, lo tuvo Río Negro porque se apunta a una vitivinicultura de alta calidad y no a un producto masivo.

El documento del INV asegura que en 2017 la producción total de uva para todos los destinos, en Neuquén fue de 102.298 hectolitros y en Río Negro de 48.193 y la elaboración en hectolitros de 57.557 en Neuquén y 32.868 en Río Negro.

“La cantidad de hectáreas es similar, pero en Neuquén dan más kilos porque son de volumen. Las estructuras de viñedos de acá son antiguas. Contamos con más de 17.000 hectáreas hasta los años 70 y muchos viñedos son de esa época. Sólo el 20% son nuevos”, dijo Banacloy.

En Río Negro la mayoría de las bodegas son familiares y tienen más de tres generaciones de bodegueros y según el director de vitivinicultura, mientras el consumo cayó en el país, eso sirvió de colchón para las ventas de la región.

“Venimos trabajando en recuperar el sentido de pertenencia. Contamos con 33 bodegas y la que más produce concentra sólo un 15%. La provincia consume tres veces lo que produce y logramos que el vino traccione a nivel local, que los rionegrinos elijan los vinos de acá”, dijo.

En cuanto a la cosecha de este año, para Río Negro se esperan buenos rindes. El año pasado la gran helada afectó a la producción y se perdió el 40% y ahora está arrancando pero se espera una muy buena temporada, con un 15 o 20% más.

Vitivinicultura de Río Negro participó el fin de semana de la reunión de la COVIAR con el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.

“El mundo es competitivo y nos exige ser eficientes. Si el país es caro y no se firman tratados internacionales para exportar, es difícil”,

comentó Julio Viola

presidente de la Cámara de Bodegueros de Neuquén.

Datos

2%
de Ingresos Brutos sobre la facturación pagarán este año las bodegas neuquinas cuando en Mendoza pagan el 1%.
50%
de su producción perdieron las bodegas de El Chañar, el año pasado por una helada.
millones de litros menos se comercializaron en 2017. Significó una retracción del 5,7%. Se suma a tres años de caída.
65,8
“Lo que se busca en la mayoría de estas bodegas familiares, no es elaborar un millón de botellas, sino 200 mil con el doble de valor”.
Vitivinicultura de Río Negro participó el fin de semana de la reunión de la COVIAR con el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.
“El mundo es competitivo y nos exige ser eficientes. Si el país es caro y no se firman tratados internacionales para exportar, es difícil”,

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