Anatomía parlamentaria: qué hacen los senadores de Neuquén

La representación de la provincia de Neuquén en el Senado nacional tiene características particulares. Lucila Crexell y Guillermo Pereyra pertenecen al Movimiento Popular Neuquino, partido local sin representación nacional, e integran un interbloque heterogéneo y relativamente pequeño con otros senadores que también representan expresiones locales de sus provincias. A pesar de eso, tienen buena cantidad de proyectos aprobados y, en el caso de la senadora, varios sancionados en ambas cámaras. El tercer senador por Neuquén es Marcelo Fuentes, que cumple la doble característica de ser, no sólo miembro de un bloque nacional, la expresión más dura de la oposición al gobierno nacional, sino de ser su presidente. Con lo cual, él así lo destaca, su función más que en el plano local está en la gestión política a nivel nacional.

Los proyectos de Crexell son variados y fuera de casos particulares, como la declaración de la emergencia frutícola o desigualdades propias de la región patagónica, sus iniciativas salen del plano local y abarcan temás más nacionales, aunque lejos de la coyuntura. La senadora destaca las dificultades de aprobar un proyecto sin la tracción de un bloque mayoritario.

Caso curioso para un partido provincial, Pereyra y Crexell actúan de forma independiente uno del otro y casi no comparten proyectos. En estos tres años, sólo firmaron juntos uno. Los proyectos del petrolero, a pesar de su perfil energético, también son muy variados.

Por su parte, Fuentes destaca, por sobre toda estadística, el trabajo “político”, y el rol del “opositor”, para poner límites a las iniciativas del gobierno. “En los temas concretos con la provincia de Neuquén no hay muchas diferencias en la expresión del voto con Pereyra y Crexell. La diferencia está en los temas nacionales, que no apuntan a la provincia, pero la perjudican”, señala el senador.

Marcelo Fuentes: Jefe de bloque de la oposición más dura

Marcelo Fuentes (FpV-PJ) lleva más de diez años en el Senado y les saca un mandato de diferencia a los otros dos senadores de la provincia. En diez años las cosas cambian: Fuentes pasó de oficialismo leal, a la oposición más dura dentro de un bloque opositor dialoguista, como es el de Miguel Pichetto, cuando Cambiemos se hizo de la presidencia en 2015. Y con la llegada de la ex presidente Cristina Kirchner al Senado en 2017 el PJ convulsionó: Pichetto conformó su propio interbloque, el más grande de los opositores, y Fuentes pasó a ser jefe del bloque cristinista del FpV-PJ. Como jefe de bloque y como opositor, considera el neuquino, de poco sirven las estadísticas para refejar la labor parlamentaria.

“Los proyectos y las asistencias no son más que datos estadísticos. Si uno se pone a ver la cantidad que se presentan, muchas veces no tienen significación alguna. Las asistencias son una estrategia parlamentaria. Cuando sos opositor, podes dar o no dar quórum. Cuando sos oficialista pones la agenda de todas las sesiones”, afirma el senador.

A pesar de todo, Fuentes tiene buena asistencia, un presentismo del 81%. En los años del gobierno anterior había sido casi perfecta. En cuanto a proyectos, ha presentado como “firmante” unos 30 en los últimos tres años, pero no alcanzaron la aprobación del Senado. Entre ellos, se destacan el proyecto de recomposición de la Corte Suprema y establecimiento de un cupo mínimo femenino. Y la creación de régimen de tarifa social patagónica para gas y electricidad.

“Yo creo que la actividad se mide en función del volumen político del debate con lo que está en discusión en el momento. Cuando sos opositor, la tarea más importante es la de la negociación de proyectos que traiga el oficialismo. Considerando el impacto negativo de los mismos, ver qué herramientas tiene en una negociación para atenuar todo lo que se pueda. Y eso no surge en el resultado de la estadística”, afirma el senador sobre el enfoque de su gestión y lanza un tiro por elevación a su ex compañero Pichetto: “Hay compañeros que siempre son oficialistas, independientemente del cambio del gobierno. Hay una conducta de funcionalidad política para favorecer las políticas del Ejecutivo”.

Su carácter de jefe de un bloque nacional y opositor duro, lo diferencia aún más de sus colegas del MPN: “Tiene que ver con qué concepción uno tiene de la política, si uno cree que la provincia es una unidad autónoma, con un destino escindido del resto de la Nación o si uno está convencido de que una realización plena de la provincia está atada a una realización como conjunto: yo adscribo a la segunda”, concluye.

“La actividad se mide en función del volumen político del debate. Cuando sos opositor, la tarea más importante es la de la negociación de proyectos que traiga el oficialismo”.

Marcelo Fuentes | Jefe del bloque FpV-PJ en el Senado

Lucila Crexell: Variedad de proyectos, con un alto nivel de sanción

En Argentina es históricamente difícil convertir en ley un proyecto que no sea del Ejecutivo o del oficialismo. Más aún si el senador pertenece a un partido provincial, como el MPN, y a un interbloque minoritario en la Cámara, con otros partidos también locales. Desde 2016, la senadora Lucila Crexell logró que el Senado aprobara 5 de sus proyectos de ley, 3 de los cuales obtuvieron sanción definitiva en Diputados. Esto es, casi un 10% de los proyectos que presentó en ese periodo.

Si se revisa la lista de proyectos que presentó -55 esde el 2016, quitando reproducciones de otros que perdieron estado parlamentario- surge que son muy variados: cambios al código Civil y Comercial, al Penal; especial atención a temas ambientales, educación, salud y género, entre otros.

“Hay dos planos del trabajo en el Congreso, uno es el coyuntural y otro es estructural. Los temas de coyuntura generalmente tienen un debate más público como puede ser tarifas, Presupuesto, decisiones del tipo político del Ejecutivo. El trabajo más estructural tiene que ver con las modificaciones de los códigos o leyes de fondo, que no toman tanto estado público. Yo prefiero ir a los temas de fondo, y hacer un relevamiento constante de aquello en lo que es importante generar un cambio en la legislación actual o directamente no está regulado. Que en definitiva son las cosas que regulan la vida de los argentinos”, dice.

Los proyectos de la senadora que se convirtieron en ley son: el que tipifica el delito de tenencia de pornografía infantil y el que declara la emergencia por un año (ya prorrogado otro año) para la producción de peras y manzanas de Neuquén y Río Negro, con beneficios a los productores. En 2014 ya había convertido en ley la implementación en todas las escuelas de la “Jornada Educar en Igualdad: Prevención y Radicación de la Violencia de Género” y mejoras al régimen Nacional para el uso de energías renovables. Entre sus proyectos ambientalistas está el que apunta a definir presupuesto para garantizar acciones contra el cambio climático. Y en cuanto a “género” hay que recordar que presentó un proyecto alternativo para despenalizar a la mujer en casos de aborto.

Crexell tiene buen promedio de asistencia a sesiones, un 88%, y asegura que sólo se ausentó por actividades parlamentarias fuera del Congreso y del país. “Gran parte de los aportes se hacen en comisiones. Yo resigno la territorialidad o la ‘gestión política’ por estar en el Senado en un horario casi de oficina para trabajar los proyectos. A veces, los legisladores priorizan el asentamiento territorial, y eso impide que haya regularmente sesiones y comisiones que es donde se trabajan los proyectos”, sostiene.

“Prefiero los temas de fondo, y hacer un relevamiento constante de aquello que es importante cambiar en la legislación actual o que directamente no está regulado”.

Lucila Crexell | Senadora del Movimiento Popular Neuquino

Guillermo Pereyra

Guillermo Pereyra: Sindicalista y con más de un centenar de iniciativas

“Son los proyectos presentados, los acompañados, el trabajo en comisión (fundamental porque define lo que llega al recinto) y el trabajo de los consensos desde el momento de la confección de un proyecto hasta su votación, entre otras cosas. Sin lugar a dudas la calidad de los proyectos y en particular la incidencia que tenga en la provincia que represento”, dice Guillermo Pereyra ante la pregunta de cómo se mide la actividad parlamentaria de un senador.

Pereyra es el senador que más proyectos de ley presentó en los últimos tres años. Quitando reproducciones de iniciativas de años anteriores que habían perdido estado parlamentario, la suma da 130 iniciativas como autor en los últimos tres años. Quitando algún proyecto de declaración de monumento histórico, fueron aprobados 6: cinco medias sanciones en el Senado y uno que se convirtió en ley.

Pereyra, titular del sindicato de Petróleo y Gas Privado, es, en el Senado, presidente de la Comisión de Energía, Minería y Combustibles. Aunque buena parte de su labor está orientado a temas energéticos, sus proyectos son muy variados. Este año fue sancionado su proyecto del 2017 para modificar la ley de trasplante de órganos, una actualización respecto a la obtención y preservación de las células madre. Media sanción -sin avance por ahora en Diputados- obtuvieron el proyecto para establecer un cupo para trabajadores con capacidades diferentes; la incorporación a todas las dependencias estatales de la capacitación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), y la ampliación de normas de defensa al consumidor, entre otros.

“En absoluto mi origen gremial petrolero me limita en la producción de proyectos. Se trabaja con un cuerpo de asesores técnicos, profesionales, contadores, abogados, arquitectos, ingenieros y la mayoría de ellos con una antigüedad en el senado anterior a mi cargo”, sostiene el senador.

Pereyra tampoco cree que pertenecer a un partido provincial y a un interbloque minoritario -con otros senadores que también representan partidos locales- sea una traba para la promoción de proyectos. Apuesta, en cambio, al fortalecimiento regional: “Al margen de la fuerza partidaria, la realidad es que todas las provincias poseemos en igualdad tres bancas. Y lo regional se hace fuerte, basta con ello la ley de mi autoría de la baja del ITC a los combustibles en la zona patagónica (2015) o, también por ejemplo, la cantidad de proyectos presentados cuando se decretó la quita del adicional de zona patagónica. Me enfoco sin dudas en el dialogo constante con todos los sectores. Es inviable llevar adelante cualquier tipo de iniciativa parlamentaria sin dialogo y sin trabajo”, concluye.

“Al margen de la fuerza partidaria, la realidad es que todas las provincias tenemos en igualdad tres bancas. Y lo regional se hace fuerte. Es inviable sin dialogo”.

Guillermo Pereyra | Senador del Movimiento Popular Neuquino

Lucila Crexel, senadora nacional

Yo prefiero ir a los temas de fondo, y hacer un relevamiento constante de aquello en lo que es importante generar un cambio en la legislación actual o directamente no está regulado”.