Destrozos y robos en las escuelas de Zapala

Durante el año se registraron roturas de vidrios y techos en varios establecimientos de todos los niveles educativos.

La comunidad educativa de Zapala está preocupada por el vandalismo contra los establecimientos educativos. Vidrios rotos, daños en los techos y hasta robos del material didáctico fueron la cara visible de una problemática que fue constante durante todo el año.

“La realidad es que hemos tenido una serie de episodios de este tipo en el último tiempo. En general no podemos vincularlo con alumnos de cada establecimiento. Pero interpretamos que es gente del barrio la que produce los destrozos”, indicó la directora del Distrito Educativo III de esta ciudad, Claudia Domínguez.

El reciente caso de la escuela 114 donde se registraron una serie de daños en la estructura del edificio sirve como testigo de un problema que no cesa. “Se realizaron las reparaciones en el techo y se colocó la membrana nueva pero al día siguiente llovió y se inundó un sector. Sin dudas resulta muy dificultoso trabajar en esas condiciones”, expresó.

Para Domínguez uno de los principales déficit que enfrenta la ciudad en torno a este tema es la ausencia de las comisiones vecinales. “Sabemos que desde hace años no están funcionando y eran un resorte clave para entender e interpretar las situaciones de los vecinos. A nivel personal creo que si tuviéramos activadas las comisiones se podría facilitar el diálogo con mucha gente y se evitarían este tipo de acciones”, destacó.

En el mapeo de las escuelas afectadas aparecen diferentes barrios y sectores de Zapala. Las escuelas 99 y especial 5, por caso, también sufrieron las consecuencias del accionar de los vándalos.

El CPEM 3, la primaria 12 y hasta la 80 del Michacheo aparecen en la lista de los establecimientos afectados.

“En Zapala el mantenimiento está en manos de Obras Públicas de la provincia, desde el Distrito informamos las situaciones y desde allí se encargan de llevar adelante las reparaciones que correspondan”, explicó Domínguez.

Lo cierto es que más allá del costo que representa reparar cada daño producido a lo largo del año, también se genera un perjuicio relacionado a la pérdida de jornadas escolares como consecuencia de estas acciones.

“Es necesario un trabajo más profundo en cada barrio donde se pueda generar conciencia entre los propios vecinos”, cerró la funcionaria provincial.

“No podemos vincular estos hechos con alumnos de cada escuela, pero interpretamos que es gente del barrio”.

Claudia Domínguez es directora del Distrito Educativo III.

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“No podemos vincular estos hechos con alumnos de cada escuela, pero interpretamos que es gente del barrio”.

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