El abandono del expeaje de la ruta 22 afecta al tránsito

Hace seis meses que no se limpia la unión entre Cipolletti y Neuquén. Hay cordones, postes y alambres cerca de los carriles.

Pasaron casi cinco años desde que se cobró el último ticket en las cabinas del expeaje de los puentes carreteros que unen Neuquén y Cipolletti. Las tareas de limpieza y mantenimiento de la línea comprendida entre ambos puentes dejaron de realizarse cerca del 30 de junio, cuando la empresa responsable CV1 terminó el contrato con Vialidad Nacional y hasta el día de hoy hay pocas respuestas sobre el futuro del lugar.

El 27 de febrero la firma CN Sapag habría iniciado con los trabajos para remover la estructura que durante 16 años funcionó y que tenía sus cabinas vacías desde 2013, pero al día de hoy el espacio que ocupaban sigue sin poder utilizarse en su totalidad.

Allí han quedado los restos de los cordones entre los yuyos que brotaron, las estructuras metálicas amontonadas en la banquina y la edificación administrativa ha sido ocupada informalmente en reiteradas ocasiones.

Desde un principio, la decisión de sacar las cabinas puso en discusión qué medidas se tomarían para controlar el tránsito ya que en su momento el peaje servía para estructurarlo. Cuando se empezaron a retirar las garitas hubo mucho hermetismo de Vialidad Nacional (VN) que se encargó de supervisar los trabajos, y de los responsables regionales del órgano nacional.

En la historia del peaje, luego que la primer empresa encargada Caminos de Valle incumplió con el contrato que la responsabilizaba, la concesión pasó a manos de CV 1 la cual quedó a cargo del mantenimiento pero ya sin cobrarle a los conductores. En ese entonces se reanimaron las discusiones y las organizaciones antipeaje se concentraron tanto para festejar como para reclamar por el estado del lugar.

“Desde que se terminó el contrato con Vialidad Nacional no se continuó con las tareas de mantenimiento. Deberían haber construido una rotonda donde funcionaba el peaje, no se juntaron los restos de la estructura, no hay carteles y el estado del asfalto es deplorable”, señaló un ex trabajador de CV1 quien pidió reservar su identidad.

Si bien cuando terminó el contrato que dejó a 70 personas sin trabajo, el personal fue indemnizado en tiempo y forma, las condiciones físicas del tramo y de lo que se dejó de aquel peaje suman día a día nuevos inconvenientes. Lo que quedaba de la edificación se retiró casi en su totalidad en marzo de este año y recientemente fue señalizado con delineadores rebatibles para evitar que los vehículos ingresen al sector y evitar accidentes.

El camino que atraviesa el río Neuquén se ha convertido en unos de los sectores más transitados en los últimos tiempos. Según los registros del año pasado de Vialidad Nacional, los últimos disponibles, por día son casi 60.000 los vehículos que circulan entre las ciudades de Cipolletti y Neuquén. La falta de respuestas de las autoridades nacionales choca ahora con los reclamos por el estado del expeaje.

En números

Los restos de las divisiones se convirtieron en todo un peligro.
Juan Thomes

Datos

58.900
vehículos por día, fue el promedio que el puente tuvo el año pasado. Se estima que el 2018 cerrará con un alza.
16 años
duró la concesión vial entre Cipolletti y Neuquén. Fue el peaje más corto del país, con apenas un par de kilómetros.

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