Enojo y pedidos de investigación tras publicación de “El lado oscuro de las rutas”

Investigación | Reacciones

De la indignación al silencio. Esa es la distancia que separa a los funcionarios que se mostraron enojados por las denuncias de corrupción en el distrito rionegrino de Vialidad Nacional de aquellos que aseguran no tener datos.

El gobernador rionegrino Alberto Weretilneck es uno de estos últimos. El mandatario prefirió no opinar sobre el extenso informe publicado por el diario “Río Negro” en su edición de ayer, que da cuenta de mediciones fraguadas y carpetas asfálticas con un espesor menor al facturado, entre otras maniobras, además de denuncias de corrupción.

18 años hace que comenzó la obra de la Ruta 23. Sólo se hizo poco más de la mitad.

“No tengo mayores datos porque no estamos imbuidos en información de las obras en el distrito de Río Negro. No quiero dar ninguna opinión en ningún aspecto ni en ningún sentido porque no tengo la información”, reforzó Weretilneck sobre el tema al ser consultado por “Río Negro” ayer, en Catriel, adonde inauguró la nueva Comisaría de la Familia.

En el otro extremo se ubicaron el legislador en representación de la Coalición Cívica ARI, Jorge Ocampos; el secretario de Gobierno cipoleño, Diego Vázquez, y el intendente de Roca, Martín Soria. Aunque aseguran que “no” los impacta, los tres se mostraron molestos con la situación de significativo retraso en las obras y, sobre todo, con las sobrefacturaciones y los “trabajos mal hechos”.

El intendente de Comallo, que en el 2014 hizo denuncias y sufrió represalias, esta vez prefirió mantenerse en silencio.

“La verdad es que no sorprende. (Arturo) Montero Espinosa (jefe de Vialidad) y (Andrés) Porro (jefe de inspección de obras de Vialidad) siempre me parecieron unos truchos… A los vecinos de Roca nunca pudieron explicarnos por qué querían levantar una costosísima muralla sobre la Ruta Nacional 22”, dijo el intendente de Roca. Vale recordar que Soria tuvo un fuerte cruce con estos dos funcionarios cuando presentaron en el Concejo Deliberante local el proyecto para la transformación de la ruta.

También Ocampos asegura que a él no le “sorprendió” el tema, pero que sí le llamó la atención la “desidia y corruptela” que acompaña a las licitaciones y las obras públicas. El legislador explicó que en más de una oportunidad le solicitaron a Vialidad informes sobre el estado de las obras pero nunca obtuvieron respuestas “claras y concretas”.

“Más allá de las sospechas que uno tiene de las relaciones de la obra pública con el Estado y con las empresas licitadas, siempre hubo rumores”, dijo Ocampos a “Río Negro”.

–¿Qué rumores?

–Que habían empresas elegidas. Siempre hay sospechas en la obra pública. Esto también explica el tema de los atrasos, un atraso que es muy significativo. Realmente hubo un desinterés por Río Negro más que marcado. Esto cuesta vida (…) Estamos hablando de una ruta que, en Río Negro, lamentablemente es un llamado a los accidentes. Todos los días tenemos noticias de accidentes fatales.

Otra de las voces fue la del secretario de Gobierno cipoleño, Diego Vázquez, que indicó que esta semana se reunieron con uno de los funcionarios nacionales, quien les manifestó que había cosas que no cerraban con respecto a contratos principales y subcontrataciones y que “estaban estudiándolo”. “Es una situación grave”, consideró.

Por su parte, el exintendente de Villa Regina y actual legislador por el Frente para la Victoria por el circuito Alto Valle Este, Luis Albrieu, dijo desconocer si quedaron obras pendientes en la construcción de la autovía de la Ruta 22 en el tramo que pasa por Regina, ya que “nunca se tuvo conocimiento del proyecto que lleva adelante Vialidad Nacional”. Albrieu, que al momento en que se ejecutó el primer tramo de ampliación era intendente de Regina, aseguró que “no tuvimos acceso al proyecto”. Y si bien destacó que Vialidad Nacional es un organismo nacional, no descartó que desde el bloque de legisladores que integra se realice un pedido de informes teniendo en cuenta que afecta rutas que son vitales para la comunicación y desarrollo provincial.

Entre quienes prefirieron el silencio o se escudaron en el desconocimiento figura el sugestivo caso del intendente de Comallo, Raúl Hermosilla.

Lo cierto es que dos años atrás Hermosilla había advertido que la calidad del trabajo y de los materiales que se utilizaban en uno de los tramos, entre esa localidad y Bariloche, era deficiente. “Hay partes en las que el asfalto no tiene regularidad; hay pedazos cortados, hay partes donde se ve la base. En diciembre (del 2013) la empresa se tomó un descanso de 30 o 40 días y dejó hecha una imprimación. Cuando se fueron la abrieron al tránsito y cuando volvieron, obviamente, estaba destrozado, pero no hicieron una reparación y empezaron a tirar asfalto sobre la traza”, indicó en marzo del 2014. Aquella denuncia le costó a Hermosilla que dejara de recibir obras o beneficios desde Nación. Por eso ayer, cuando este medio intentó conseguir su palabra, prefirió no hablar sobre el tema.

En la Línea Sur, donde se construye la Ruta Nacional 23, muchos pidieron mantener su nombre en reserva para opinar sobre el informe publicado. “Desde que se inició la obra, las empresas han especulado con los plazos de obra, y a medida que corre el tiempo le van solicitando a Nación una actualización de los montos. Entre Jacobacci y Bariloche, a siete empresas se le asignaron tramos de la misma cantidad de kilómetros. Sin embargo sólo una terminó; dos están paradas desde hace prácticamente dos años y al resto le falta todavía más del 50% de la obra”, detalló una de las personas que eligió el anonimato.

(Agencias Regina/Jacobacci/ Cipolletti/Roca/Catriel)