Frustración en El Manso por la paralización de obras del paso a Chile

“La obra está paralizada y nuestras expectativas en pausa. Esperamos que el gobierno provincial manifieste su interés en la concreción”, reflejó el ex comisionado de El Manso, Lisandro Lanfré, al sintetizar “la frustración” del sector turístico y los pobladores ante la noticia de la paralización de la ruta (por cuestiones ambientales pendientes) entre Paso El León y el lago Tagua Tagua, del lado chileno, correspondiente al futuro paso binacional.

“Es un tema complicado por la represa, pero igual se puede seguir trabajando en un paso de mediana jerarquía”, adelantó el gobernador Alberto Weretilneck en su última visita a El Bolsón.

“De este lado no conocemos en detalle los trasfondos y pormenores del litigio que trabó la continuidad de la obra, tampoco podemos meter presión para que continúen”, insistió Lanfre, al tiempo que marcó la solidaridad con “los vecinos de Paso El León que históricamente han estado aislados y salen por Argentina, desde donde se abastecen de mercaderías y cubren sus emergencias medicas. De lo contrario, hasta Cochamó tienen 3 días a caballo y solo lo pueden hacer en verano”.

El plan estaba sustentado en los 43 km de la ruta provincial 83 (desde Río Villegas hasta la frontera, actualmente en uso), y desde allí un camino privado (y de uso público) de 40 km, con salida al transbordador del lago Tagua Tagua, que comenzó a construir la empresa Mediterráneo, la misma que además está levantando una central hidroeléctrica de paso (210 MW) sobre el cauce del río Manso. De ese trazado falta concretar unos 24 km.

Sin embargo, al revelarse ahora que la firma Inversiones y Renta Los Andes (a cargo del camino) “establece en el Estudio de Impacto Ambiental -elaborado por la consultora POCH- que el trazado final es solo hasta la bocatoma de la central y no hasta la localidad de Paso El León como se había anunciado”, hubo reacciones “y se puso en duda la veracidad de que el compromiso de Mediterráneo llegue a cumplirse”, dijo Víctor Vaccaro, dirigente vecinal de Río Puelo.

La publicación del EIA “desató el descontento de los habitantes de Paso El León”, al tiempo que “han circulado noticias y declaraciones que cuestionan el rol del Estado chileno en la construcción de un camino que fue establecido como de mitigación y compensación de los impactos sociales y ambientales que provocaría la construcción de la hidroeléctrica”, agregó.

En contrapartida, el Ministerio de Obras Públicas del vecino país se había comprometido en su momento a construir un total de 7 puentes sobre el mismo trazado, también paralizados hasta que no se expida la Corte Suprema de Justicia sobre las denuncias por daños ambientales.

Acerca del avance concreto del emprendimiento, el abogado de la corporación ecologista Puelo Patagonia, Juan Pablo Escudero, recordó que “la empresa IRLA fue sancionada el año 2015 por iniciar las obras sin aprobación ambiental. Esta sanción actualmente se encuentra suspendida luego de que presentara un plan de cumplimiento”.

No obstante, mostraron ante la justicia trasandina que el emprendimiento “produjo un impacto y un daño irreversible, con contaminación de los ríos Manso y Puelo producto de los sedimentos asociados a la construcción negligente del camino, y esto no ha sido reconocido. Se ha hecho a libre albedrío pasando por encima de toda la institucionalidad ambiental, sin mitigaciones y sin hacerse cargo de sus consecuencias. Por el contrario, se ha negado y desconocido cada una de ellas”.

El aislamiento de

El León

Una de las aristas más polémicas asociadas al camino privado es sobre la demanda histórica de conectividad que reclaman los 130 habitantes del paso fronterizo chileno El León, que teóricamente quedaría satisfecha luego de que la hidroeléctrica Mediterráneo ofreciera en el año 2015 el camino de IRLA S.A. como medida de mitigación de los daños asociados a la construcción de la megacentral.

Actualmente dependen fundamentalmente de El Manso y El Bolsón para abastecerse, donde también se les brinda asistencia sanitaria. Salir del paraje para cualquier trámite administrativo les implica un viaje hasta Puerto Montt (capital regional), dando la vuelta por Bariloche y Villa La Angostura (500 km).

El dato

Fiesta de la hermandad

Por segundo año consecutivo, pobladores de El Manso y Paso El León celebraron en diciembre, en la frontera, el Encuentro de Hermandad, que “busca poner en valor costumbres y tradiciones que se han mantenido inalteradas en el tiempo por más de un siglo y dan identidad a ambas localidades”.

Durante dos jornadas, con actividades que incluyen gastronomía, música y carreras de caballos, entre otras, mantienen vivas las raíces comunes. Apuntan a que la muestra se transforme en un festival costumbrista pensado también para los turistas.

Camiones no, turismo sí

“Como pobladores vemos con mucha expectativa y buenos ojos la conexión desde El Manso hacía el Pacífico siempre y cuando sea un paso turístico y para vehículos pequeños, pero nos negamos rotundamente a que se incluyan camiones o vehículos de carga, ya que perderíamos gran parte o todo el encanto que tiene nuestro valle”, advirtió Lisandro Lanfré, comisionado de El Manso.

Desde su óptica, “el corredor bioceanico para cargas debe ir por otro lado, además de que la geografía y el cruce del ferry en el lago Tagua Tagua serian una gran limitante”.

De concretarse el paso, a una altitud de 350 snm, haría que sea utilizable durante todo el año, “y potenciaría nuestros recursos turísticos, con posibilidad para que nuestra gente ofrezca servicios para alojarse, gastronomía y excursiones de aventura”, detalló.

En el límite, al final de la ruta 83, el Estado argentino cuenta desde el año 2000 con infraestructura aduanera (Migraciones, Gendarmería Nacional), que funciona todos los días. Del lado chileno existe Carabineros, con la salvedad que desde allí solo se puede continuar hacia Cochamó por una senda de caballos.

Actualmente, todo el valle de El Manso es sinónimo de turismo aventura con las excursiones de rafting sobre los rápidos que llegan hasta el límite con Chile; cabalgatas por los prados verdes y bordeando el río; trekking para conocer pinturas rupestres de ocho mil años; pesca, escaladas y mountain bike por escenarios naturales espectaculares.

Con sus historias de bandoleros y contrabandos, fue la puerta de entrada para los pioneros chilenos que llegaron a colonizar El Bolsón y la comarca a principios del siglo XX. Aquellos primeros pobladores llamaron al lugar “El Paraíso”, quizás deslumbrados por el paisaje de sus cordilleras nevadas, el río de aguas turquesas, los bosques de cipreses, coihues y radales y los campos verdes interminables, cubiertos de flores en primavera, donde podían pastar con absoluta tranquilidad sus vacas, caballos y ovejas.

Justo en la frontera aparece la centenaria casona construida con tejuelas de ciprés y alerce, morada de doña Etelvina Bahamonde, de 95 años, con la puerta siempre abierta y su calidez campesina, que invita a prolongar la visita entre mates y tortas fritas para conocer las costumbres lugareñas.

El dato

En el ejido de El Manso viven unos 1500 habitantes, distribuidos en los parajes El Manso Superior, El Manso Medio, El Manso Inferior, Río Villegas y El Foyel.

Otro paso que saldrá a Lago Puelo

En la misma región de Chile también se está construyendo otro paso binacional con salida a Lago Puelo (Chubut), que se unirá al paso El Manso antes de llegar al lago Tagua Tagua.

En ese caso, el camino está a unos 10 km de la frontera (cerca de Segundo Corral), aunque con la dificultad aún no resuelta de completar un anillado bimodal que incluye un transbordador en el lago Inferior (Chile) y otro en el lago Puelo (Argentina).

“Somos la única provincia limítrofe argentina que no tiene un paso internacional terrestre hacia Chile. El paso El Manso nos brindará un acceso directo al océano Pacífico y a un mercado regional de turismo”.

Jorge Cerutti, subsecretario de Relaciones Interprovinciales, al presentar la propuesta binacional un año atrás.