La llegada de la U9 sumó problemas al hospital de Senillosa

La triplicación de la población carcelaria y su demanda pusieron en jaque a las guardias. El nosocomio es de baja complejidad y cuenta con un equipo acotado.

La llegada del Complejo Penitenciario Federal U9 a Senillosa sumó nuevas complicaciones a los problemas que el hospital de la localidad afronta a diario: el nosocomio no es ajeno a la crisis de salud, necesita más personal y ahora también se resiente porque debe absorber las crecientes urgencias que surgen puertas adentro en la cárcel de máxima seguridad. Desde la semana pasada las autoridades de la institución trabajan con los penitenciarios para elaborar un protocolo de trabajo.

El problema es una cuestión casi matemática: el hospital cuenta con un plantel limitado de nueve médicos, las prestaciones que puede brindar son básicas y a eso se suma una densidad poblacional que está estimada en 12.000 personas, aunque no es un número fino. La mudanza definitiva de la cárcel también aportó un incremento, mientras funcionó el complejo penitenciario provincial se mantenía con 150 internos, ahora la cifra se triplicó a 450 personas y el techo es de 650.

Ante el panorama el director del hospital, Néstor Miranda, explicó que si bien no es un número sustancial “debemos tener un proceso de adecuación porque no estamos acostumbrados”.

El gran problema es el de las prioridades en la atención ya que en la corta convivencia que han mantenido el hospital ha recibido pacientes carceleros con traumas leves y graves, en ocasiones urgencias médicas que requieren ser atendidas con prioridad y luego derivadas a sitios con mayor complejidad, por ejemplo el hospital Castro Rendón.

“Desde la llegada de la cárcel ha aumentado paulatinamente el ingreso de internos que se está atendiendo, se ha cambiado mucho el tema que tiene que ver con las consultas, las urgencias de parte de ellos. Radica en que cuando surge alguna emergencia ellos traen al paciente y dependiendo la gravedad nosotros debemos cortar la atención hasta que se resuelve”, reconoció ayer el director del hospital Miranda ante la consulta de “Río Negro”.

El traslado de los pacientes desde la cárcel hasta el hospital requiere de un operativo de seguridad amplio y hasta que no se concluye la asistencia el paciente no se puede derivar nuevamente al complejo. Esto genera algunos retrasos en la prestación a la comunidad favoreciendo el fastidio de aquellos pacientes que acuden con turnos y principalmente en las guardias.

En ese contexto el directivo indicó que la situación no es ajena a las autoridades sanitarias del sector. Señaló que “últimamente han estado viniendo más seguido las urgencias. Por otro lado, las autoridades ya los saben, nosotros estamos permanentemente con la jefatura de zona para mejorar lo que tiene que ver con la atención, les solicitamos que nos informen si existe un convenio con la penitenciaria federal para ver cuales son las responsabilidad, para delimitarlas bien y para ver como son los trasladaos”.

Pero también hay otros condimentos, Miranda explicó que actualmente el hospital cuenta con más de 100 personas en su plantel, pero que está conformado en un 80% por mujeres. Por ese motivo se dificulta la atención de los presidiarios, porque se deben adoptar recaudos diferenciales de seguridad.

Por otro lado, la cárcel también cuenta con una planta de profesionales acotada “tienen personal médico con 12 horas de lunes a viernes y guardias pasiva en fines de semana y feriados. Tienen que ver el recurso humano, fortalecerlo. Que haya guardias de 24 horas y los siete días de la semana. Nosotros siempre estamos justos con el pedido por la falta de médicos”.

En números

Para la Provincia

no hay una alarma

El incremento de la demanda en el hospital no es ajeno a las autoridades provinciales de Salud, sin embargo indicaron que la situación no es alarmante y que está lejos de convertirse en un problema.

El jefe de la Zona Sanitaria N°1, Carlos Florines, informó que “aumentó la demanda pero el hospital atiende normalmente”.

Por otro lado, desde el Ejecutivo provincial informaron que está proyectada una obra de ampliación para el nosocomio que contempla la construcción 156 metros cuadrados.

La obra incluyen tres consultorios de odontología, uno de medicina general y una sala de personal.

El hospital de Senillosa, es de complejidad 3B y contiene los servicios básicos de salud: medicina general, odontología, radiología y también cuenta con dos bioquímicos.

Datos

2.200
fue el total de consultas que el hospital registró en el mes de abril. La mitad de ellas fueron por medicina general.
9
son los médicos que tiene el hospital. Hacen falta tres profesionales para optimizar los recargos en los servicios.

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