Plantan vides en el patio para producir sus propios vinos

“Los resultados son excelentes, tratamos de que surjan pequeñas bodegas artesanales orientadas a que muchas familias puedan fabricar su propio vino y diversifiquen su economía, principalmente con el turismo”, explicó el enólogo Darío González sobre el desarrollo de los viñedos en la Comarca Andina.

Veinte productores distribuidos entre Bariloche, El Bolsón, El Manso, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén y El Maitén se nuclearon a través del programa “Viñedos urbanos”, de Cambio Rural, para cultivar las cepas en el fondo de sus casas y en la actualidad están en el proceso de comprar las plantas de distintas variedades en un vivero de Mendoza (chardonnay, sauvignon blanc y pinot noir). “Estamos en el inicio de armar pequeñas chacras y llegar al final del proyecto con un vino propio, de calidad y con un toque artesanal que nos diferencie”, remarcó Marisa Miranda, una profesora de nivel medio que coordina el plan innovador.

“Si se siembran 200 plantas, se obtendrán 200 botellas”, adelantó González, asesor técnico del emprendimiento, y con la experiencia de haber dirigido durante estos años la mayoría de las 30 viñas ya en marcha en la región cordillerana, que en esta cosecha produjeron unas 50.000 botellas.

El costo de inversión inicial ronda entre los $25.000 y los $30.000, y comprende “la construcción del viñedo, más las plantas, que sale $18 cada una, puesta acá. En comparación con la frambuesa, el mantenimiento es mínimo: una sola persona, con dedicación full time, puede manejar hasta 3 hectáreas”, detalló.

No obstante, agregó que “también será necesario formar mano de obra especializada, contemplada por el MiAgro, que redundará en mayor cantidad de empleo para la zona”.

“La idea es fomentar que la gente se anime a tener sus propias parras en superficies acotadas (de 100 a 1.000 plantas). Se conformó un grupo abierto y se sigue inscribiendo a los interesados. En la Comarca Andina tenemos la certeza de elaborar vinos de muy alta calidad. Los pioneros establecidos en Paso del Sapo, El Hoyo y Villa Turismo ya están siendo reconocidos en los lugares más exigentes, como los restaurantes de Puerto Madero, en Buenos Aires, con alto valor agregado en origen”, graficó.

Para la elaboración de los nuevos vinos (se estiman unas 7.000 botellas en la vendimia 2021), se aprovechará la capacidad ociosa de algunas de las bodegas existentes, aunque varios de los protagonistas están dispuestos a construir una propia “para completar el circuito y recibir al turismo con visitas guiadas y catas”.

“La calidad de nuestros vinos ya está reflejada con el pinot noir de la familia Adamow, en Cerro Radal, y la idea es declarar este proyecto de interés municipal”, confirmó a su turno el secretario de Producción de Lago Puelo, Walter Sepúlveda.

“Quiero hacer mi propio vino, pero también voy a producir uvas de mesa. Hoy, para ser sustentable y subsistir, una chacra tiene que innovar”.

Daniel Viguié, productor de la comarca

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