Río Colorado: volvió el riego, pero los canales están a la miseria

La falta de inversión en el sistema afecta a las chacras. Sólo un 35% de los integrantes del consorcio pagan el canon de riego. Membranas rotas, filtraciones y roturas, lo que domina.

El lanzamiento del ciclo del riego en Río Colorado dejó expuesta la precariedad en que funciona el sistema de canales y drenajes por la falta de inversiones. Revestimientos que dejaron de proteger hace rato y filtraciones hacia las chacras, son la moneda corriente desde hace varios días, cuando el Consorcio Salto Andersen de Riego y Drenaje abrió las compuertas.

El sistema irriga unas 2.000 hectáreas destinadas a la fruticultura y horticultura. Nace en el dique Salto Andersen, 70 kilómetros aguas arriba de Río Colorado e incluye un dique nivelador. El agua tarda entre 6 y 7 días en llenar los canales y comuneras de las colonias Juliá y Echarren y Colonia Reig.

Sostener en funcionamiento el peso de semejante estructura implica mucho esfuerzo y fondos.

Estas colonias tienen la particularidad de que presentan un elevado nivel de fraccionamiento. En general prevalecen los establecimientos de superficie reducida (más del 90% tienen menos de 20 hectáreas).

Hoy sólo quedan 100 chacareros empadronados, un 35% paga el canon de riego y el consorcio está intervenido por el Departamento Provincial de Aguas y Aguas Rionegrinas .

A pesar de las tareas de mantenimiento del invierno, siempre se presentan problemas en los canales primarios y secundarios, en los tramos donde el revestimientos con membranas tiene más de 20 años y su vida útil superada hace rato.

Las roturas por robo se producen año a año.

Según el informe que presentó el consorcio de regantes, en el receso detectaron muchos puntos conflictivos para la limpieza y mantenimiento, en unos 25 kilómetros de canales y drenajes.

Señalaron que las inclemencias del clima -muchos días de lluvias- impidieron que se trabajara más de un mes con máquinas y equipos.

El consorcio tiene empadronadas unas 6.100 hectáreas, de las que sólo unas 2 mil están en plena producción y sólo recauda un 35% de lo facturado por pagos del agua para el riego.

La sociedad que formaron productores frutícolas está intervenida por el DPA y Aguas Rionegrinas desde el 1 de marzo de 2004. Dicen que no quieren retomar su control “por el precario estado en que se encuentra el sistema, casi sin equipamiento”.

Las membranas para evitar las filtraciones tienen 20 años y ya no sirven.

La inflación llevó a que el presupuesto para este año ya esté desfasado.

“Se hizo un presupuesto muy acotado, proyectando un 15% anual de suba inflacionaria. Con todas las variantes ocurridas en estos meses, ese porcentaje quedó corto”, explicó Walter Bini actual interventor responsable del Consorcio Salto Andersen.

“Aun no sentimos a fondo los incrementos en los costos, pero tenemos que prever con anticipación cómo distribuiremos el dinero de un presupuesto que ronda los 13 millones, de los cuales 8.030.000 pesos son lo aprobado por el DPA, para operaciones y funcionamiento mensual, lo que nos permite asegurar los pagos al personal”, añadió Bini.

En cifras

Actualmente se destinan 669.000 pesos mensuales para pagar salarios y servicios que demanda el personal que cumple funciones en el Consorcio.

Los últimos informes anuales redactados por el organismo responsable del riego, sobre las tareas realizadas en los meses de receso del abastecimiento de agua, señalan que en el año 2016, fueron limpiados 20.850 metros de canales, desagües y drenajes.

Durante el periodo 2017, se hizo mantenimiento y limpieza en 14.300 metros del sistema.

Vale destacar que en abril del año pasado, la zona fue afectada por varios días de intensas lluvias, las que provocaron el colapso de río Colorado, causando inundaciones en los barrios y daños irreparables en las plantaciones frutícolas y hortícolas .

Decenas de productores perdieron hectáreas completas de sus plantaciones productivas.

Según los datos del Consorcio, como consecuencia de las copiosas lluvias, se originaron roturas en 10 puentes sobre los drenajes. A la fecha lograron reparar 4 del total y se realizaron tareas de limpieza en unos 35 kilómetros del área afectada.

Las tareas de mantenimiento en Juliá y Echarren mejoraron unos 5.000 metros del desagüe sur y más de 4.000 metros en el desagüe norte, que incluyó la reconstrucción de un puente.

Y en el mismo desagüe se continuó con la limpieza río arriba por otros 4.000 metros.

Culpan a los efectos que generó la represa de Casa de Piedra

En números

El consorcio tiene empadronadas unas 6.100 hectáreas, de las que sólo unas 2 mil están en plena producción.

Una lista con los problemas

Membranas viejas- La mayoría de los canales principales de riego están revestidos con membranas plásticas que se rompen, porque que ya superaron su ciclo de vida útil.

Roturas – Tramos cortos en los canales, de entre 50 y 300 metros, reparados hace poco, volvieron a verse afectados por las roturas.

Bañistas – Desde el Consorcio de regantes culpan a los bañistas que los utilizan en los meses de verano y los que roban tramos de las membranas.

Cementadas- Esos sectores del canal principal presentan daños y filtraciones por la falta de inversiones para realizarle el mantenimiento.

Los canales comuneros – También presentan problemas porque los productores no realizan las limpiezas adecuadas.

Walter Bini interventor responsable del Consorcio Salto Andersen.

“Se hizo un presupuesto muy acotado, proyectando un 15% anual de suba inflacionaria. Con todas las variantes ocurridas en estos meses, ese porcentaje quedó corto”.

Datos

Integrantes de la comisión de Planificación, Asuntos Económicos y Turismo visitó Río Colorado. Se reunió con productores y conformaron un comité especial. Uno de los objetivos fue la condonación de las deudas por el servicio de riego y drenaje a más de 100 productores cuyas tierras fueron afectadas por la elevación de las napas freáticas y la salinización de las aguas del valle medio del río Colorado.
Los productores insisten en reclamar que se reconstruya y mejore todo el sistema de riego. Culpan a los efectos que generó la represa de Casa de Piedra.
Señalaron que la elevación de las napas en las chacras dejó fuera de la actividad a decenas de los chacareros.
“Se trata de un reclamo de muchos años por parte de los productores, relacionado con el perjuicio que produjo este embalse, que generó que muchas chacras perdieran buena parte de sus plantaciones”, dijo el intendente de Río Colorado, Gustavo San Román
El presidente de la Cámara de Productores local, Víctor Pardo, destacó el trabajo junto la comisión para intentar soluciones
25
kilòmetros de canales y drenajes del sistema están dañados, según el último relevamiento del consorcio.
6.100
las hectáreas empadronadas, de las que sólo unas 2.000 están en plena producción.
100
chacareros empadronados quedan en la lista de integrantes del Consorcio de Riego Salto Andersen.
El consorcio tiene empadronadas unas 6.100 hectáreas, de las que sólo unas 2 mil están en plena producción.

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