Repatrian desde EEUU a jóven argentino experto en cultivos

Lucas Borrás de 35 años formará parte del programa de repatriación de científicos residentes en el exterior. Cubrirá la vacante en la cátedra de Cultivos Extensivos del departamento de Producción vegetal.

El joven investigador argentino Lucas Borrás -de 35 años- regresó al país para trabajar en la optimización de cultivos -especialmente maíz- en el marco del Programa de repatriación de científicos residentes en el exterior. 

 Tras seis años en Estados Unidos, Borrás llegó a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) para cubrir una vacante en la cátedra de Cultivos Extensivos del departamento de Producción vegetal. 

 «Rosario es un lugar ideal para desarrollar la ecofisiología de cultivos, mi especialización, y la Facultad tiene un campo de 620 hectáreas», explicó a Télam este ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Borrás se desempeña como profesor adjunto del departamento de Producción Vegetal, dentro de la cátedra de Cultivos Extensivos, y es también investigador adjunto del CONICET. «El objetivo es generar un grupo de trabajo y, aunque algunas cosas cuestan un poco, encontré gente muy dispuesta, la Argentina está muy bien posicionada en tecnología agrícola, y Rosario es un lugar en el que puedo tener impacto», explicó. 

 Oriundo del barrio porteño de Belgrano, Borrás estaba radicado en Iowa (Estados Unidos), donde trabajó como investigador en la Universidad Estatal, centrado en el aumento de la tolerancia de cultivos como maíz, sorgo, soja o trigo al estrés ambiental.  Previamente, entre 2003 y 2005 había trabajado en la empresa Pionner Hi-Bred en California; y en 2008 colaboró con la compañía Syngenta Seeds como científico invitado. 

 Consultado sobre su elección del ámbito público por sobre el privado, explicó: «me fui de la UBA a los Estados Unidos para trabajar en stress hídrico, pero no me gustó trabajar en el sector privado».  «Hice la secundaria en el ILSE, un colegio dependiente de la UBA, donde después me gradué y doctoré, así que quería devolverle a la educación pública parte de todo lo que me dio», reveló Borrás, quien agradeció las gestiones realizadas por la casa de altos estudios y la Fundación Ciencias Agrarias. 

 Como codirector en un Proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, busca predecir los componentes del rendimiento de los granos de maíz a partir de datos genotípicos y ambientales.  «Queremos juntar la genética con el ambiente para predecir lo que producirá ese genotipo específico en ese ambiente específico», agregó. 

 La implicancia que pueden tener los resultados de su investigación sin duda será un importante aporte para el productor, ya que le permitirá saber de antemano que genotipo de granos usar para lograr un mayor rendimiento. 

 «Esta experiencia contribuyó no sólo al fortalecimiento de la facultad como institución sino también, y sobre todo, aportó al trabajo de investigación que ya se venía desarrollando en el área», señaló por su parte el profesor Hugo Permingeat.

Coordinado por el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el programa promueve la repatriación y relocalización dentro del país de investigadores a través de los Proyectos de Investigación y Desarrollo para la Radicación de Investigadores en Areas Tecnológicas Prioritarias (PIDRI). 


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