«Repsol es una empresa que apuesta por Argentina»

Gonzalo López Fanjul y Argüelles, nuevo gerente de la Regional Oeste de la petrolera, expresó "orgullo" por las inversiones previstas en el país, algo "que no hacen" otras compañías. Dijo que la "crispación" social se soluciona con más empleo y con el respeto de las reglas de juego.

NEUQUEN (AN).- El hombre ocupa uno de los despachos más importantes del centro neurálgico de Repsol YPF en la Argentina: la Regional Oeste, una de las principales unidades de negocios de la petrolera en cuanto a exploración y explotación. Su nombre es Gonzalo López Fanjul y Argüelles y pese a considerarse a sí mismo un «ciudadano del mundo» tiene el acento de Asturias aunque, dice, su castellano «no es muy bueno».

De inmediato expresa su orgullo por la apuesta de Repsol por la Argentina y asegura que cuando ocurre una alianza estratégica como la existente entre la empresa y el gobierno de la provincia, las dos partes «tienen que estar contentos con sus logros».

La herencia de los compromisos sociales que la YPF estatal tenía con la comunidad «no pesa porque cuando uno compra algo, se hacen valoraciones y pasivos, y lo que se prometió en la compra se tiene que seguir cumpliendo». La compañía -y el acuerdo firmado por Alfonso Cortina y el gobernador Jorge Sobisch lo expresa- apuesta a largo plazo porque «no se trata de un capital golondrina, como dicen en Venezuela».

En la alianza estratégica se pueden hacer negocios de largo aliento, dijo, y «es bueno para ambos, para la empresa que ve un negocio beneficioso, y para el país, porque ve que la empresa confía en su economía». El papel del gobierno es controlar la gestión de la empresa, que debe ser eficaz y cumplir con lo prometido.

¿Se cumple el plan de inversiones comprometido en la prórroga de la concesión de Loma La Lata pese a los cambios en el contexto internacional?

– La marcha del proceso sigue igual. El negocio de los hidrocarburos sigue porque no se juega a corto plazo. El presidente (de la compañía, Alfonso) Cortina estaba pensando en los 17 años de la prórroga: si el precio del crudo sube, nos viene bien en la parte del upstream y se compensa con el downstream. No apuesta a corto plazo. Sobre todo en una empresa que ha integrado trabajadores de muchas nacionalidades ya que es la única manera de hacer una organización internacional, con una característica latina. En este negocio, el latino tiene mucho qué decir.

¿Qué evaluación tienen del desarrollo de la cuenca este año?

-Será un año que cumplirá los niveles de producción, los costes, las inversiones. La compañía ha apostado fuerte por algo muy importante: los hidrocarburos son una energía no renovable y tenemos muchos grupos de estudio trabajando, buscando conceptos que antes no se utilizaban para seguir teniendo una actividad empresarial en estos 17 años y ojalá más. La cuenca neuquina pasa por tener magníficos profesionales en geología, ingenieros, que permiten investigarla de la mejor manera posible.

¿Son conscientes que las oficinas de Repsol se convirtieron en paseo obligado de los manifestantes desde que se convirtieron en aliados estratégicos?

-Intentamos que no se nos conozca por los conflictos, ni porque la gente nos pinte las paredes. La realidad es la que es, y en cuanto al conflicto social, en lo que me atañe a mí y a los trabajadores que represento es que, cuanto más trabajemos, más eficaces seremos, más empleo y más riqueza vamos a crear, y eso quitará crispación de la sociedad. Las protestas existen porque hay crispación. Entonces, no hay otra receta que trabajar más y hacer las cosas dentro de las reglas del juego, que están muy marcadas. Podemos hacer pocas cosas fuera de las reglas del juego. Es una empresa que crea empleo, que une a dos pueblos tan antiguos, que -y de eso estamos orgullosos- apuesta por la Argentina cuando no hay muchas que lo hayan hecho. Si haces esa apuesta y encima te pintan los muros, pues hay algo que no funciona.

¿Qué novedades hay sobre el canje de Lecop, anunciado por el gobernador Sobisch?

-Es un nuevo dinero que está circulando y tiene un plazo de cobro. Repsol va a comprar, estoy seguro que ya hay conversaciones y las precisiones serán por el monto y la cantidad, pero no tengo la responsabilidad de negociar eso.

Repsol YPF se presentó -y ganó- varias áreas marginales licitadas por la provincia. ¿Cómo evalúa ese proceso?

-Es un ejemplo elocuente de cómo la empresa ha apostado a trabajar intensamente desarrollando la riqueza argentina, puesto que así como tenemos áreas centrales, también exploramos en áreas de mayor riesgo. Vamos a aportar tecnología y recursos para ubicar y explotar esas nuevas reservas de hidrocarburos. Ganamos cinco áreas y muy próximamente ya estaremos firmando los primeros contratos.

Gerardo Burton

gburton@rionegro.com.ar

La opción: «Diálogo, sentido común y negociación»

NEUQUEN (AN).- Una fuente de la actividad petrolera local había indicado, tiempo atrás, que Gonzalo López- Fanjul vendría a la Regional Oeste de Repsol YPF para «arreglar la cuestión mapuche». El aludido respondió velozmente: «los españoles no arreglamos más que los argentinos, los bolivianos o los venezolanos, ni me han elegido para arreglar ese tema». Como su antecesor en la gerencia de la regional, Roberto Domínguez, dijo: «no tenemos problemas con los mapuches. Las comunidades Paynemil y Kaxipayiñ viven en Loma La Lata y tienen sus derechos y sus obligaciones, igual que nosotros».

Ante la insistencia referida a los problemas que periódicamente se generan entre la empresa y las comunidades, indicó que «no podemos vivir en permanente conflicto».

Mencionó su experiencia en las negociaciones y dijo que «cuando fracaso no es por no trabajar: si dos personas se quieren entender, van a hacerlo, pero sin ningún tipo de presión ni coacción; con la ley en la mano». En ese plano, las comunidades tienen «derechos adquiridos que les ha dado la Nación, y nosotros no somos nadie para quitárselos». Habló de un horizonte de convivencia de 17 años que «ojalá se prolongue» y afirmó que la ley debe ser para todos: «nosotros la cumplimos, la cumpliremos y la seguiremos cumpliendo».

Tras ese preámbulo, dijo que desde el primer día que llegó les ofreció «diálogo, sentido común y, en las cosas que no estemos de acuerdo, negociarlas de forma educada, disciplinada y sin ninguna ventaja para ninguna de las dos partes».

La obligación de la empresa, «que emana de la Nación y de la ley de hidrocarburos, es explotar el yacimiento de Loma La Lata sin daños al medio ambiente y de la forma más eficaz posible: ésa es nuestra obligación».

Habló de los mapuches como «nuestros vecinos, que tienen la obligación, con todas las atribuciones que les da la ley, de denunciar las cosas que piensen que la empresa está haciendo mal. No sólo ellos, sino cualquier ciudadano de esta provincia.


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