Republicanos asumen control de la cámara baja
Planean una fuerte ofensiva contra la reforma de salud de Obama.
AP
WASHINGTON.- El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, celebró ayer el regreso de su partido al control de ese cuerpo y prometió un proceso parlamentario más abierto, aunque admitió que persisten algunos rencores entre las dos bancadas.
Los legisladores republicanos, que sumaron 64 escaños en las elecciones de noviembre, aplaudieron estruendosamente cuando Boehner superó a la hasta ahora presidenta, la demócrata Nancy Pelosi, en la votación por el cargo.
También el Senado arrancó un nuevo período con una composición distinta y de inmediato comenzó a discutir un cambio a las reglas internas de debate, entre acusaciones de ambos lados de que el rival intentaba obstruir el proceso y manipular el sistema parlamentario.
Sin embargo, todas las miradas estaban en la cámara baja, donde los republicanos prometen usar su nueva mayoría para intentar derogar la reforma de salud del presidente Barack Obama, al igual que sus medidas sobre gasto público, impuestos y otros temas.
Boehner, conocido por su bronceado permanente, afirmó en su discurso que el Congreso debe abordar asuntos difíciles, como reducir el gasto y el déficit público.
“Ya no podemos seguir dejándolo para después’’, dijo.
No obstante, será difícil que los partidos logren acuerdos de amplio alcance, ya que los demócratas aún controlan el Senado y Obama tiene poder de veto sobre cualquier proyecto de ley que se apruebe en las dos cámaras. Boehner planea realizar una pronta demostración de poder, con una votación para derogar la ley de reforma de salud, como había prometido en su campaña. Sin embargo, los republicanos admiten que será un gesto simbólico porque el Senado no apoyará la iniciativa.
Diecinueve representantes demócratas no votaron por Pelosi, en una muestra de los resquemores que persisten en el oficialismo tras las amargas elecciones de noviembre.
Los republicanos serán 242 contra 193 demócratas en la cámara baja. Muchos de los nuevos legisladores son conservadores de línea dura relacionados con el movimiento “tea party’’ y Boehner podría tener problemas para mantener unido a su bloque, en especial en temas espinosos como el posible aumento del límite a la deuda nacional.
Los rituales de ayer dieron fin a dos años de dominio demócrata en la capital y abrieron paso a un gobierno dividido para el tiempo que falta antes de las elecciones presidenciales de 2012. Las campañas comenzarán dentro de poco y Obama y los republicanos discutirán sobre el tamaño que deben tener el gobierno y el gasto público.
En su vuelo de regreso desde Hawai, donde pasó dos semanas de vacaciones con su familia, Obama dijo que espera que los republicanos busquen complacer a su base política en un principio. “Pero estoy muy confiado en que sabrán reconocer que nuestro trabajo es gobernar y asegurarnos de crear empleos para el pueblo estadounidense y de que estamos creando una economía competitiva para el siglo XXI’’, destacó. (AP)
El partido conservador tendrá 242 escaños en la Cámara de Representantes. Los demócratas 193.
AP
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