Rescataron a los niños rehenes en Luxemburgo
La policía baleó al secuestrador en la cabeza.Está gravemente herido, aunque no hay detalles.
WASSERBILLIG, Luxemburgo (EFE).- Los 47 niños que fueron secuestrados durante casi 30 horas en una guardería de la pequeña localidad luxemburguesa de Wasserbillig fueron liberados ayer después de que su secuestrador fuera abatido y malherido por un francotirador de la policía.
Así se puso el final de una pesadilla y el comienzo de una lenta recuperación, según varios familiares de los 47 niños, de edades comprendidas entre los pocos meses y los diez años.
Todos los niños, más tres educadores, estuvieron secuestrados desde la tarde del miércoles en el jardín de infancia «Nido de Pájaros» de este pueblo apacible de apenas 2.100 habitantes.
«Cuando nos dijeron que estaban libres estallamos de alegría», declaró Didier Simon, un ciudadano francés que dio apoyo psicológico a las familias de los niños secuestrados.
La policía luxemburguesa logró neutralizar al secuestrador, un hombre de origen tunecino de 39 años, cuando se disponía a salir del edificio, al parecer acompañado por cuatro niños y dos educadoras que figuraban entre los rehenes.
El secuestrador, Neji Bejaui, resultó muy malherido por al menos dos disparos durante la rapidísima operación policial en la que fueron liberados, algunos en brazos de los propios agentes, los 25 niños que aún quedaban en el interior de la guardería.
En los primeros momentos, el jefe de la policía del Gran Ducado, Jean Clement, informó que el secuestrador había muerto tras ser abatido de dos disparos en la cabeza, pero más tarde la intendente de la policía de la localidad, Andrée Colas, precisó que no había fallecido y había sido trasladado en helicóptero a un hospital de Luxemburgo, capital.
La policía y las autoridades luxemburguesas no han querido explicar los detalles de la operación, ni el estado en que se encuentra Bejaui, aunque todo indica que tiradores de elite le dispararon cuando se disponía a salir del edificio.
El secuestrador estaba acompañado en ese momento por varios rehenes, pero la vida de éstos, según varias fuentes, no corrió peligro durante la operación.
El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Junker, se trasladó al lugar del suceso para dar las primeras explicaciones a la prensa delante del ayuntamiento.
Emocionado, dio las gracias por la rápida y eficaz intervención policial y explicó que «no podíamos permitido que el secuestrador se marchara hacia el aeropuerto».
El ministro del Interior luxemburgués, Michel Wolter, proporcionó un detalle interesante de la operación, al explicar que el secuestrador decidió salir del edificio gracias a un engaño: la simulación de una emisión de televisión en la puerta de la guardería.
En medio de la confusión que siguió al asalto, algunos ciudadanos, muchos de ellos emigrantes de origen portugués, mostraron su alivio por el final del suceso. Las largas horas de negociación entre el secuestrador y la policía hicieron pensar a los familiares de los detenidos que les esperaba otra noche en vela y angustia.
Comentarios