Retiros, meditación, búsqueda interior y toda la energía del Piltriquitrón

Con más de sesenta terapeutas y diez centros reconocidos, El Bolsón se ha convertido en un destino holístico por excelencia. Ofrece diversidad de técnicas, servicios y productos para un fin de semana de sanación y relax.

Voy + Turismo de bienestar

Los lugareños aseguran que el cerro Piltriquitrón emana “una energía muy especial, que mejora el estado de ánimo”. Lo cierto es que la leyenda viene desde hace un siglo, cuando El Bolsón “tenía más duendes que seres humanos” y hoy se ha convertido en un destino por excelencia del turismo holístico.

Descanso, reflexión, búsqueda interior y relax son algunas de las experiencias que invitan “a vivir y sentir” los centros de terapias, alojamientos con spa y profesionales de la Comarca Andina que “te conectarán con tu ser”.

Sanación reconectiva, meditación, registros akáshicos, masajes holístico y tailandés, tai chi chuan, reflexología, yoga, reiki, terapia floral, tarot astrológico, acupuntura, chakra danza, masaje indio de la cabeza y masaje tai na son algunas de las propuestas que los visitantes pueden elegir entre las técnicas de relajación y depuración, terapias de curación y rehabilitación, productos y servicios ofrecidos por especialistas experimentados.

Todo ello “se complementa perfectamente con nuestra gastronomía de montaña, con productos orgánicos y con verduras recién sacadas de la tierra”, destacan.

“Acá, hasta el verdulero hace yoga”, asegura Anabel Popol Brain, la directora de Casa Isis, para quién “la energía se puede traducir como la vibración que nos lleva al bienestar, aunque dependa de las sutilezas universales, la materia y su densidad. Entonces vamos a estar más –o menos– saludables dentro de nuestros cuerpos físicos. En ese marco, entran las terapias alternativas que trabajamos desde ese enfoque”.

“Si nos fijamos cómo vive la gente de las grandes ciudades, más valoramos la calidad de vida que tenemos en estos valles. Solamente el hecho de respirar este aire tan puro, rodeados de bosques, nos permite saber que estamos en un lugar privilegiado”, resalta Germán Garro, del centro de yoga Anahata (vórtice del corazón) que “tiene que ver con el sentimiento del amor puro, de compartir, de la amistad” y donde la premisa “es que cada uno haga algo para mejorar su calidad de vida, tanto de lo físico como emocional y mental”.

A su turno, Aluminé Honik, fundadora del espacio holístico Lumina, subraya que El Bolsón “es el lugar cada vez más elegido para venir a encontrarse cada uno con su ser, energéticamente es un punto muy importante. Desde hace muchos años estamos trabajando en generar un destino que tiene que ver con el bienestar, que además incluye alimentarse mejor y hacer actividades al aire libre, en contacto directo con la naturaleza”.

En referencia a los resultados experimentados por las personas que toman las terapias, detalla que “hay gente que hace una transformación gigante. Son como despertadores, estimulando energías que ya están en su interior. Sería soberbio pensar en modificarle la vida a alguien, la propuesta es volver al ser a su estado más original, ya que nacemos con un impronta y luego nos vamos adormeciendo”.

Para quienes buscan iniciarse o profundizar sus conocimientos “en el arte de estar bien”, la propuesta es amplia e incluye clases, cursos, seminarios y talleres acordes al tiempo disponible del interesado.

“Las montañas, el lago, los ríos, los árboles también tienen un ser de energía que los habita. Son los abuelos que están allí latiendo”,

dice Anabel Popol Brian.

La oferta

Turismo consciente

La ciudad propone diferentes terapias para cada necesidad: masajes holísticos, chi kung o tai chi, baños de gong, constelaciones familiares, acupuntura, reiki, tarot, entre otras.

Los principales centros de bienestar y spas

Casa Isis

Anahata

Lumina

Datos

“Las montañas, el lago, los ríos, los árboles también tienen un ser de energía que los habita. Son los abuelos que están allí latiendo”,
60 terapeutas y 10 centros reconocidos ofrecen sus servicios en la Comarca Andina.
Según Aluminé Honik, en El Bolsón “somos todos prestadores del turismo bienestar por el solo hecho de vivir acá y estar anclando energías”. Agrega, como ejemplo, que “los gastronómicos están cambiando sus cartas y también hay chacareros haciendo huertas orgánicas espectaculares, ya que nuestras frutas y verduras tienen muy buena fama. Es la coherencia que necesitamos como destino. Uno va a Europa y ya no hay más sándwiches de bondiola, en todos lados te venden un tupper con fruta. Ya tenemos que pensar en un turismo más consciente, que no te va a llenar de basura y seguramente va a absorber lo bueno que tenemos para dar”.
Para un fin de semana largo “se pueden armar planes de visita a medida, ya sea aquellos que tienen que ver con la desintoxicación del cuerpo, bajar de peso o algo especial para aquellos que están en la búsqueda de un sentido para su vida o un sueño, las constelaciones familiares de un mundo pasado o el tratamiento de una enfermedad”.
Se agregan “los programas depurativos de cuatro días, que se trabajan en una hostería, con una nutricionista y una médica. Incluye alimentación ayurvédica, jugos verdes”.
La ciudad propone diferentes terapias para cada necesidad: masajes holísticos, chi kung o tai chi, baños de gong, constelaciones familiares, acupuntura, reiki, tarot, entre otras.
Anahata: Piazzola y Goyeneche; (0294) 154203012.
Alas de Ángel: Azcuénaga 164; (0294) 4493306.
Casa Isis: Sargento Cabral s/n; (0294) 4492079.
Confluencia: Costa Río Azul; (0294) 4498329.
El Recinto: Roca y Rivadavia; (0294) 4491836.
Lumina: Güemes y Perito Moreno; (0294) 4720220.
Las Nalcas Spa: Villa Turismo; (0294) 4493054.
Los Girasoles: Ángel del Agua 364; (0294) 4492104).
Al Agua Todos: Los Pioneros y Ruta 40; (0294) 4498788).
Morada del Sol: Mallín Ahogado; (0294) 4498201/154573739.
Anabel Popol Brian es la hija de Mery Brian, la pionera de las actividades holísticas en la región, y quien fundó Casa Isis hace más de 40 años. “En los 70, mis padres llegaron a El Bolsón buscando la conexión con la tierra. Fue la cuna argentina de los hippies, quienes traían ideas innovadoras para experimentar en la naturaleza”, recuerda.
La oferta propone “cientos de posibilidades y diferentes terapias para las distintas necesidades, partiendo desde un masaje holístico, una clase de chikung o tai chi o una sesión de acupuntura, los baños de gong, bioneurodecodificación, constelaciones familiares, psicoteparia, atención chamánica, reiki, astrotarot, terapia de la voz y chakra danza”, entre otras.
Destaca que “llevándolo al entendimiento del pensamiento y el bienestar –somos seres pensantes, psíquicos y emocionales-, valoramos que el yoga, por ejemplo, es la unión y el equilibrio de estas fuerzas. Nuestro cuerpo físico es el vehículo que tenemos en la tierra para ser felices o infelices, medianamente fluctuantes entre los distintos estados”.
“Creer está en la mente –asegura–, uno necesita sentir para poder entender y tener la experiencia en mundos muy abstractos, porque en general no vemos los otros cuerpos, vemos esta materia, fuimos criados y enseñados con un chip muy limitado de nuestra conciencia, que es muy amplia”.
Dentro de las medicinas chinas, ayurvedicas y ancestrales, que son la base de la medicina tradicional, “está el entendimiento de que somos parte de los cinco elementos (agua, madera, fuego, tierra y metal); y nosotros –como micro de lo macro–, también lo somos y nos hace estar en equilibrio con lo externo”.
A través de las terapias “intentamos volver al origen, porque estamos muy perdidos, no paramos. Si se intenta por cinco minutos practicar la meditación, se puede volver a esos espacios de quietud y volver a escucharnos y saber qué queremos hacer de nuestras vidas, dónde estamos poniendo la energía”, asevera.
En Casa Isis “somos un grupo de sanadores que trabaja como una comunidad, entre todos hacemos que esto suceda. Nos tenemos confianza y ello provoca que la energía va y viene”.
Agrega que “trabajamos mucho con gente de acá, a través de clases semanales o terapias individuales, y también tenemos propuestas de fines de semana para los visitantes. Además, en las chacras se hacen retiros de ayuno (purificación con 5 días de líquidos); de sonidos o temascales” (casa donde se suda).
El yoga “es la herramienta principal, complementado con la música, el canto y la danza, sanación y relajación con sonidos. Somos una docena de profesionales trabajando, con clases de distinta intensidad y dinámicas para que las personas puedan encontrar el estilo que más les gusta”, remarca Germán Garro, cuya filosofía de vida privilegia que “si quieres la paz para el mundo, primero debes buscarla dentro del corazón”.
Tras señalar que “usualmente hacemos talleres a los que asiste gente de otros lugares”, insiste con que “el yoga aporta mayor nivel de conciencia para saber dónde y con quién estamos viviendo, darnos cuenta de que estamos compartiendo un planeta con otras especies y tratar de encontrar mayor armonía para cohabitar esta gran casa, la mapu que todos debemos cuidar”.
Además “nos muestra cuál es nuestro propósito en la vida. Poco a poco, el trabajo de la respiración, de la danza, del encuentro, con una mente un poquito más silenciosa, nos permite descubrir otras cosas, escuchar la voz del corazón”.
Recordó que “vine a dedo hasta El Bolsón en 1981, con un compañero de la secundaria. Pronto me di cuenta que era un lugar especial, donde convergen muy potentes las energías de la naturaleza. Aquí, muchos procesos se aceleran para el crecimiento personal”.
Germán Garro comenzó el estudio del yoga en el año 1993 a través de las lecciones del gurú hiundú Paramahansa Yogananda (Self Realization Fellowship), aprendiendo la técnica de Kriya Yoga que aún practica y es la base de sus meditaciones diarias. Es la autora de “Autobiografía de un yogui”, un libro “que marcó a mucha gente, escrito desde una dimensión espiritual muy elevada, que se puede leer 10 veces y siempre se va a encontrar algo distinto”.
Valora asimismo “el legado de los pueblos ancestrales americanos y de África, que me llega como un respiro reverencial, con respeto hacia sus artes curativas y hacia todo lo que nos pueden aportar desde su sabiduría”.
“El Bolsón es anárquico. Los que nacimos acá, miramos un tiempo a los recién llegados, ya que el cerro Piltriquitrón es quien elige a aquellos aptos para quedarse. Si lo estás, todo te fluye, pero si la energía no concuerda salís despedido y con una pata quebrada”, bromea Aluminé Honik, al frente de Lumina, un centro holístico donde trabajan 35 profesionales.
“Hoy está todo puesto afuera, por ello la importancia de conectarse con uno mismo, comenzando quizás con hacer sus jugos a la mañana, cultivar sus propios brotes. Intentamos que cada uno haga lo que está a su alcance, escalón por escalón, ya que si uno se pone metas muy altas y difíciles, no se sostienen en el tiempo. Es como volver a tomar el poder”, insiste.
A su criterio, desde la medicina tradicional “se trabaja sobre síntomas aislados, aunque en general todo tiene una raíz emocional y también de toxinas. Estamos muy intoxicados, ya sea por la alimentación o por el aire en las grandes ciudades”.
Reconoce enseguida que “las estadísticas demuestran que son las mujeres las primeras en experimentar, aunque estamos felices cuando llegan hombres, porque su energía es muy necesaria, somos el ying y el yang”.
En su caso, se reconoce naturista “desde la cuna, ya que mis padres vivieron en África e India por 15 años. Me crié con los libros de Ganesha y la filosofía hindú; obviamente durante mi adolescencia lo resistí, pero a los 17 años hice un viaje por Latinoamerica, recorriendo comunidades, que me terminó por convencer. Cuando regresé estuve estudiando con Mery Brian, una maestra muy querida en El Bolsón, y tuve la suerte de ser su asistente durante años. Lumina la honra”.
“Aca ofrecemos actividades de todo tipo, incluyendo una clase gratuita semanal porque nos parece importante que llegue a todo el mundo. Somos bastante estrictos con el nivel de propuesta que ofrecemos. Hemos tenido gente con mucho renombre (Marcelo Biolatto, Virginia Gawel, Graciela Cohen); referentes de las distinta terapias, ya que El Bolsón es un lugar al que todos quieren venir”, afirma.

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