Retrato del principio y fin del milenio

Con técnicas y temas diversos pero compartiendo el eje conceptual común del fin de milenio, exponen hasta el 24 las plásticas Stella Provecho, Solana Guangiroli y Laura Mozzi.

NEUQUEN – El caos y la esperanza. El fin y el principio. Siguiendo estas dualidades, las artistas Stella Maris Provecho, Solana Guangiroli y Laura Mozzi idearon «Final-Inicio», una muestra donde coexisten distintas técnicas y elementos para expresar «lo que nos deja el fin del milenio y el inicio de uno nuevo».

Para Laura Mozzi y Stella Maris Provecho, se trata de una visión de lo que depara este «fin de una etapa e inicio de una nueva», teñida con ciertos elementos metafísicos que le dan un aura especial.

Las obras se exponen en una muestra que está habilitada al público en la Sala Saraco, hasta el 24 de este mes, en horario de lunes a viernes de 8 a 20 y sábados y domingos de 16 a 20.

Unidas por «una coherencia general que es el lenguaje estético», las artistas coinciden en señalar que si bien no se identifican con una escuela pictórica en especial, «por el reciclaje de técnicas que tiene la muestra podría decirse que es un poco posmodernista».

Convencida de que los artistas de ahora «no se basan en un solo estilo sino que los mezclan», Mozzi cree que lo esencial de la muestra es «para cada artista poder decir su mensaje de la mejor manera».

A lo largo de las 32 obras de estas tres artistas, se traducen distintos elementos y técnicas de grabado, de collage de materiales, papel tratado, collagraph, sellos y otros recursos no menos originales.

A Provecho le parece que los trabajos «se sostienen desde resignificaciones de símbolos, de signos y si bien las dos (con Mozzi) tomamos caminos diferentes, llegamos a lo mismo».

En el caso de Mozzi, «la obra es muy experimental y no se enrola dentro de los compartimentos artísticos, no es ni pintura ni grabado ni tapices, sino que tiene una mezcla de distintas cosas, como pintura, impresiones, telas pegadas, cosidas, papeles para trabajar con texturas, donde el mensaje estaría primero y después la técnica».

Los temas que las inspiran no guardan relación entre sí. Mientras que Guangiroli se inspira en los temas cotidianos y femeninos como la alquimia, los símbolos y lo humano, en la obra de Provecho los objetos remiten a la niñez y los recuerdos y en Mozzi predominan los elementos cósmicos y los símbolos como la cruz.

Entre los elementos cósmicos, aparecen también representaciones asociadas a la temática mapuche, como en las obras de Provecho, que investigó junto a Nicacio Antinao los ritos, los signos y los símbolos del pueblo mapuche.

La serie incluye temas sociales que aluden a los derechos humanos y a las puebladas de Cutral Co, por ejemplo, y Mozzi explica que en su «Serie de las ruedas», relacionada con la alquimia, incorporó formas simbólicas básicas como el círculo y la cruz, que significan lo eterno, el universo, la tierra, los puntos cardinales.

«El eje es cósmico, dice Mozzi, y cada símbolo, cada elemento, implica la búsqueda de algo universal, más allá de las fronteras; algo que pertenece a todos los seres humanos».

La búsqueda del punto de articulación entre un siglo que termina y otro que empieza, del «final-inicio» que proponen las expositoras en esta muestra, es la búsqueda de «algo cósmico, que está más allá de los seres humanos; es una mirada de lo cotidiano, visto con un lenguaje semejante», dice Mozzi.


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