Revelan cómo se manejaban fondos de la Justicia

El actual contador del Poder Judicial de Río Negro negó haber tenido acceso a los tres fondos fijos en la época en que los manejaba su antecesor en el cargo, Alejandro Biderbost.

VIEDMA (AV)- El contador Abel Peña a cargo de la Contaduría General del Poder Judicial aseguró que, a pesar de haber secundado en esa área a Alejandro Biderbost durante su gestión, desconocía el manejo de los tres fondos permanentes que son motivo central del juicio que se realiza en los Tribunales de Viedma.

Se investiga la presunta defraudación contra el Poder Judicial que habría provocado el excontador Biderbost con la cola- boración del exempleado de Contaduría Daniel Olivera a tra-vés de la adulteración de facturas de distintos proveedores de la justicia. Esas adquisiciones fue-ron abonadas con dinero de los fondos permanentes que manejaba Olivera con la autorización de Biderbost, quien además ha-bía ordenado trámite urgente pa-ra esos gastos, según lo señalado por los empleados judiciales que fueron citados como testigos. E-sas autorizaciones no tardaban más de una hora. En la causa está también imputado Héctor Holl-man, un comerciante de Viedma.

Durante casi dos horas declaró el contador Peña ante el Tribunal pero muy poco fue lo que pudo aportar. Algunas cosas no recordaba, pero a la mayoría de las consultas de los jueces y de las partes sobre los fondos en cuestión la respuesta fue siempre la misma: «no tenía acceso a ellos porque los manejaban sólo entre Biderbost y Olivera» Consultado sobre si no hubo nada que le llamara la atención en el marco de ese celoso manejo de parte de los dos imputados, siendo él el segundo jefe de Contaduría sostuvo que «las políticas de gastos las disponía Biderbost y suponía que todo se realizaba en ese marco y con su autorización» pero dijo desconocer las directivas del excontador para con Olivera.

Admitió reuniones frecuentes entre el excontador general y Olivera, donde éste rendía los gas-tos. «Nunca vi un cheque porque los manejaba el responsable del fondo» y detalló que cuando debió reemplazar a Biderbost se continuaba con la directiva de extremar los gastos y «sólo usar esos fondos en urgencias sin que fueran montos significativos».

La presidenta del tribunal Susana Milicich le consultó si no le había llamado la atención una factura de más de 400 pesos por un vidrio, por ejemplo. Peña reiteró su respuesta de la exclusividad de ese dinero.

Calificó a Biderbost como una persona muy estricta, de carácte fuerte, detallista, que imponía su presencia y en base a estas características dijo respecto de las facturas irregulares que «tenía el convencimiento que se habían hecho correctamente porque siempre hizo el control global de los gastos».

Admitió que existía como un divorcio entre la función del excontador y la suya como segundo jefe del área. A Olivera lo describió como una persona muy querida por sus compañeros de trabajo, de carácter débil y muchas veces depresivo.

Recordó que fue informado en una reunión con el exjuez del STJ Edgar Echarren y Biderbost sobre la detección de estas irregularidades y que, en un principio, el mismo excontador judicial señaló como presunto autor de las mismas a Olivera. A pedido de la defensa de Biderbost el Tribunal citó nuevamente al testigo Roberto Hajas, quien ratificó que fue el excontador judicial quien acompañado por Olivera le pidió que dibujara una calcomanía para colocar en el cuatriciclo que conducía y que dijo era de su propiedad. El original de esa factura es una de las que aparece adulterada y fue abonada por el Poder Judicial.


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