Río Negro con buena nota en control de Chagas

Ocho casos se registran al año en la provincia.

Evangelina Martínez

VIEDMA (AV).- La provincia de Río Negro obtuvo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) una buena calificación en la atención y prevención del Mal de Chagas-Mazza, sin embargo quedó flotando la premisa de no bajar los brazos ante el constante flujo migratorio laboral que llega desde el norte del país. Hay unos ocho casos al año, según la cartera sanitaria provincial. Ese organismo entregó ayer al ministro Norberto Delfino un informe preliminar de la comisión técnica internacional que permitirá, según lo adelantado por los expertos que la componen, la “re certificación” de Río Negro como “libre de transmisión vectorial”, es decir a través de vinchucas infectadas con el parásito “Trypanosoma cruzi”. Esta evaluación de carácter periódico efectuada en el continente junto a los ministerios nacionales de Salud para certificar este status sanitario, tuvo su punto culminante cuando miembros del organismo internacional visitaron los hospitales de Conesa y Viedma a fin de comprobar las tareas realizadas. Sirvió para evaluar los sistemas de Atención Primaria y de Salud Ambiental, y recorrer laboratorios, maternidad y banco de sangre. El enviado de la OPS, José Fiusa Lima, explicó a “Río Negro” que el trabajo “positivo” salda una significativa “deuda social” poniendo como ejemplo que los 7.000 mejoramientos habitacionales promovidos en el último lustro influyó en forma positiva para bajar los índices al tratarse de una “enfermedad de la pobreza”. Durante el acto, Delfino manifestó “el reconocimiento que debe tener el Ministerio de Salud con el equipo de programas sanitarios, particularmente al de Chagas, porque estos resultados no son obra del azar sino del tener claro cuales son los objetivos de conformar equipos de trabajo eficaces y contar con la tecnología, si se la necesita, pero por sobre todo con la inteligencia puesta en esto.” En cuanto a las prioridades, tomando en cuenta que la provincia no tiene altos índices como en el norte del país; se mostró partidario de “no aflojar la vigilancia epidemiológica” porque “si nos detenemos todo el trabajo puede perderse”. Advirtió que existen “condiciones ambientales y sociales” que pueden mantener la enfermedad, y además “esto es comparable con la situación de un hipertenso al que se le estabiliza la presión: se lo debe cuidar”. Un detalle importante, y que rompe con una creencia cultural; se conoció ayer respecto de que esta enfermedad tiene alta probabilidad de cura cuanto menor es la edad de quien recibe el tratamiento.


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