Río Negro frenó la idea del cambio de horario

La oposición del gremio de los estatales UPCN fue central a la hora de congelar esa idea. Hubo críticas a la entidad, pero nada se modificó.

VIEDMA (AV).- El gobernador Miguel Saiz no avanzó en la definición del cambio del horario de la administración pública, enmarcado en la respuesta que el Estado rionegrino aportaría a la crisis energética nacional.

Queda la posibilidad que la provincia invite a los municipios a la restricción del alumbrado público, según las medidas acordadas en gabinete el pasado martes.

La paralización del cambio horario en el sector público rionegrino respondió a la abierta oposición de la conducción de UPCN.

Igualmente, el ministro de la Producción, Juan Acattino, admitió que el cambio «era un gesto de acompañamiento del gobierno frente al importante esfuerzo» que realizan las industrias y los productores frente a la restricción energética.

Anoche, fuentes gubernamentales aceptaron que la reforma horaria quedó congelada, aunque en el gabinete prácticamente se había decidido su aplicación. Esta opción se diluyó con el rechazo del secretario general de UPCN, Juan Carlos Scalesi.

El ministro Acattino reafirmó que el gobierno debe acompañar y que no hay muchas opciones. Convocó a «un esfuerzo de todos», dado que actualmente sólo «recae en la industria» y que «es riesgoso», pues «derivará en suspensión de personal y el desmejoramiento de la renta empresarial».

Frente al rechazo de UPCN, Acattino consideró que «no se toma conciencia de la gravedad de la crisis. Se debe entender agregó que el sector público cobra sus sueldos porque hay alguien que produce, pues los sueldos que paga el Estado no llegan en un avión desde Buenos Aires».

Esa respuesta estuvo direccionada a la conducción gremial que el martes hizo público su rechazo a la modificación del horario del personal administrativo, actualmente de 7 a 13. Scalesi explicó que el cambio propuesto a UPCN por funcionarios fue de 9 a 15 mientras que Acattino habló de 8 a 14.

El gremialista expresó que esa modificación tendría sentido si fuera en mayo y consideró que esa decisión gubernamental solamente perjudicaría a los empleados mientras siguen «encendidas las luces por la noche en las oficinas públicas». Insistió en que «se trata de un gesto» en línea con la Nación, pero «nada pasó cuando le pedí que pagaran el refrigerio correspondiente». Al final, el secretario general alertó que el gremio no acataría esa decisión y mantendría la concurrencia al trabajo en el mismo horario.

Ayer, la pretensión de un cambio horario habría quedado sepultada. Saiz compartía esa necesidad.


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