Río Negro pone la mira en la derivación de pacientes
Salud Pública quiere aceitar los mecanismos para prestar un servicio más ordenado. Ayer, los auditores que trabajan en Buenos Aires se reunieron con los directores de los hospitales.
Mil rionegrinos que no tienen cobertura social son derivados al año hacia la capital federal. Buscan ordenar los traslados.
VIEDMA (AV).- Mil rionegrinos que no cuentan con ninguna cobertura social son derivados anualmente a centros de alta complejidad en Capital Federal, a través de la coordinación entre el Ministerio de Salud y la Casa de Río Negro en Buenos Aires. A ese servicio, el Estado Provincial destina alrededor de 3 millones de pesos. Con el objeto de mejorar los resultados y optimizar los recursos, ayer los auditores del Ministerio que trabajan en las dependencias rionegrinas en Capital, se reunieron con los directores de los 34 hospitales de la Provincia, a quienes asesoraron acerca de la necesidad de aceitar al máximo los mecanismos entre los distintos agentes involucrados en la tarea para lograr que los pacientes permanezcan el menor tiempo posible en Buenos Aires y obtengan las respuestas más satisfactorias. Roberto Dalmazzo, auditor contable y su par médico, Gustavo Breitbart, acompañados por la titular de la Casa de Río Negro, Delia Dieterle, explicaron a este medio que desde hace un año comenzaron a trabajar para el Ministerio de Salud, en coordinación con la delegación provincial en Capital Federal, para intervenir ante los distintos prestadores a los que se derivan los pacientes rionegrinos, para verificar las distintas prácticas que se ejecutan, sus costos y su efectiva necesidad. “La derivación a Capital Federal debe ser el último de los recursos. Hay que utilizar toda la disponibilidad y las potencialidades que brinda Salud en Río Negro y recién cuando éstas se ven superadas proceder al traslado”, indicaron los profesionales. La idea también es que el tránsito de quienes salen de la provincia sea ordenado, es decir que una vez generada la derivación, los pacientes y sus acompañantes tengan definido dónde se alojarán, que prácticas recibirán, quién los atenderá. “La intención es que el paciente sufra su enfermedad y no el trastorno de la derivación”, explicaron. Los auditores indicaron también que su labor es necesaria para controlar lo que los centros asistenciales capitalinos facturan en función de los servicios que prestan. “No es lo mismo que los médicos y responsables de los hospitales hablen conmigo, que no conozco específicamente el tema de salud, que hablen con ellos que son expertos y pueden controlar lo que se paga, por qué se paga y cómo se brinda”, dijo Dieterle. “No es que se pretenda gastar menos, sino controlar más y brindar un servicio más ordenado”, expresaron los auditores. Destacaron que Río Negro es una de las provincias que más amplia cobertura brinda a los pacientes sin obra social.
Mil rionegrinos que no tienen cobertura social son derivados al año hacia la capital federal. Buscan ordenar los traslados.
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