RIO SUELTO: 63 minutos
¡Ya mismo! ¿Qué sabe usted de Sebastián Nayar? De su fútbol, poco y nada si es de los que no vio los primeros 63 minutos del último Boca-Racing (2-1). Los únicos de Nayar en el país. En cambio sabrá mucho más de su polémico traspaso al Recreativo de Huelva, de España.
El pibe, que ya no es tan pibe porque tiene 20 años, si se tiene en cuenta que Fabricio Coloccini se fue al Milan con 17, lo mismo que Oscar Trejo, decidió que era mejor jugar en un equipito de España y resignar la chance de hacerlo en Boca.
Dicen en España que Nayar (foto) es una combinación de Fernando Redondo y Fernando Gago. Una exageración. Dicen en Boca que su partida es una estafa y que saquean el fútbol argentino. Otra exageración. En verdad Boca lamenta perderse un gran negocio. Algo parece claro. Nadie lamenta la pérdida futbolística, quizás, porque (casi) nadie sabe cómo juega Nayar.
Cuesta imaginar que a Nayar lo seduzca el Recreativo fundamentalmente porque Nayar jugaba en Boca y dicen que tenía futuro allí. Ahora lo tendrá en Huelva y quién sabe si mucho más allá. Lo que sí parece una certeza es que ya no lo tendrá en Boca.
Dineros y negocios perdidos aparte, algo hace mucho ruido, molesta. Y es que los sueños, de ellos también está hecho el fútbol, ya no pasan por las camisetas argentinas. ¿Tan ligeramente puede renunciarse a la chance de ser parte de la historia de Boca? ¿Tanto pueden un puñado de euros? Porque hasta ahora son sólo eso y no mucho más.
Quizás se trate de un punto de vista demasiado romántico. Puede ser. Quizás las cosas hayan cambiado y a la vera de cualquier canchita argentina, los sueños de los chicos ahora sean «triunfar en la Primera del Recreativo y después jugar en la selección de Croacia». Puede ser.
Pero malo debe estar ocurriendo.
JUAN MOCCIARO
jmocciaro@rionegro.com.ar
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