Riquelme es el mejor, pero no hace milagros
Volvió tras seis meses afuera por lesión, pero Boca cometió los errores de siempre y perdió.
fútbol de afa
Anoche, volvió Juan Román Riquelme. Seis meses después, operación en una rodilla mediante, el enganche se puso por primera vez en la temporada la 10 de Boca. Nada podía ser más importante. Boca no jugó mucho mejor que otras veces en este Apertura, pero la sola presencia de Riquelme hizo que todo luciera mejor. Argentinos le impuso una frenética marca personal a Román, que le permitió disponer de la pelota, pero no de los espacios suficientes como para sacar ventajas de su habilidad. Su inactividad no le impidió moverse por todo el frente de ataque y ocupar, con la pelota en sus pies, espacios creativos en el campo rival. Esta fue la diferencia entre él y todos sus compañeros que intentaron en los anteriores doce partidos del Apertura ser sus reemplazantes. Por eso su presencia anoche en La Bombonera hizo que el juego de Boca parezca otra cosa. Boca tuvo otra gran ventaja sobre su rival además de la vuelta de Riquelme. Que su entrenador, Claudio Borghi, conoce a la perfección las virtudes y defectos de los jugadores de Argentinos, incluso más que el propio Pedro Troglio. Tanto como que hace seis meses lo consagró campeón. Ese conocimiento le permitió al Bichi neutralizar a Ortigoza con Gary Medel, un auténtico perro de presa en vez de Erbes, como se especulaba. No fue gran cosa el primer tiempo. Boca tuvo las más claras. Una en la cabeza de Palermo, tras conectar un córner desde la izquierda, que sacó el arquero Navarro. Y la otra en el pie zurdo del “9”, pero se fue desviado. El segundo tiempo fue de Boca, que al igual que en la primera parte, tuvo la pelota en los pies de un Riquelme cada vez más cansado. El Xeneize encontró en la banda derecha a Clemente Rodríguez siempre dispuesto a abrir la cancha y buscar profundidad. Fue el arma ofensiva más destacada del equipo de Borghi. A los 38 minutos, Borghi mandó a la cancha a un chico de 16 años: Leandro Paredes, en lugar de Viatri. El segundo debut más joven de la historia del club. Cuando todo parecía encaminado a un cero a cero, Boca, que se había equivocado frente al arco de Argentinos, se equivocó dos veces en su propio arco: a los 41 marcó mal en su área chica y Gentileti puso el 1-0 y a los 43, Lucchetti dio un rebote inexplicable que pescó Rius para poner el impensado 2-0. Volvió Riquelme, aguantó todo el partido y su presencia hizo que todo luciera mejor. Aunque todo siga como antes.
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